?Ha bebido algo esta noche?

A las seis de la ma?ana, mientras gran parte de la ciudad de Barcelona est¨¢ inmersa en un profundo sue?o, los amantes del ocio nocturno todav¨ªa est¨¢n despiertos. A esa misma hora, varias patrullas de la Guardia Urbana empiezan a desplegar un dispositivo especial de control de alcoholemia y drogas que est¨¢ listo en media hora.

El centro neur¨¢lgico de la Operaci¨®n Cranc, llevada a cabo el s¨¢bado de madrugada, se encuentra en la calle de Balmes. Para el listillo que pretende escabullirse, tres controles m¨¢s, situados en las calles de Val¨¨ncia, Diputaci¨® y Consell de Cent, le esperan. As¨ª, el conductor ebrio queda sin escapatoria.

Con un fr¨ªo que hiela la sangre, una decena de agentes van parando sistem¨¢ticamente a casi todos los veh¨ªculos. A primera hora, son en su gran mayor¨ªa j¨®venes que han salido de fiesta y vuelven a casa. A partir de las siete, se unen los madrugadores a los que les toca trabajar el s¨¢bado.

Un joven promete a un polic¨ªa que se acaba de levantar y que no ha bebido nada. El conductor del coche de al lado, irritado, grita: "Lo que me tengan que hacer que me lo hagan r¨¢pido que tengo que ir a trabajar". Los dos dan negativo. Lo que los agentes deben hacer es una prueba que esa ma?ana se repite 174 veces. El balance es bueno: s¨®lo el 12% da positivo en alcohol. En drogas, ninguno.

Una joven da saltos de alegr¨ªa porque en la segunda prueba, obligatoria 10 minutos despu¨¦s de que en la primera el resultado haya sido positivo, el etil¨®metro marca 0,25 miligramos por litro de aire espirado. La joven se ha quedado a una cent¨¦sima de ser multada y de perder cuatro puntos. Pese a ello, el agente le aconseja que espere a que el nivel de alcohol baje.

Tres detenciones

Media hora despu¨¦s, un peat¨®n pide a un polic¨ªa que le haga el control. Al parecer, es habitual que aquellos que han bebido y ven un control pidan ser sometidos a las pruebas para ver si pueden conducir. El resultado es 0,63 miligramos. El agente le recuerda que con estos datos, si hubiera ido en coche, lo habr¨ªan detenido.

En efecto, con el nuevo C¨®digo Penal en materia de seguridad vial, que entr¨® en vigor el pasado 2 de diciembre, cuando el conductor tiene una tasa de alcohol en sangre superior a 0,60 miligramos comete no una falta como antes, sino un delito y, por lo tanto, puede ser arrestado. Es lo que les ocurri¨® a tres conductores que en la madrugada del s¨¢bado bebieron m¨¢s de la cuenta y cogieron el coche.

A las ocho menos cinco de la ma?ana, la noche ha dejado paso al sol, que empieza a vislumbrarse por el lado mar de la calle de Balmes. Un chico de 22 a?os ha dado positivo y est¨¢ indignado. M¨¢s que por la multa o por los cuatro puntos que perder¨¢, est¨¢ enfadado porque la gr¨²a se va a llevar su coche. "?No lo puedo aparcar en otro sitio? ?Ni a la vuelta de la esquina? ?Y si lo empujo?", insiste el joven. Un adulto confiesa que s¨®lo ha bebido un caf¨¦ y pregunta, un poco aturdido, si con eso puede dar positivo. Un agente le responde: "El caf¨¦ s¨®lo lleva cafe¨ªna". Efectivamente, dio 0,00 miligramos.