La ¨²ltima resurrecci¨®n de Chepkin

Hace 14 a?os, Valero Rivera, entonces entrenador del equipo de balonmano del Barcelona, le salv¨® del anonimato, del olvido. Andr¨¦i Chepkin ten¨ªa entonces 28 a?os y su final parec¨ªa mucho m¨¢s cercano que el ¨¦xito que despu¨¦s volvi¨® a acompa?arle. Era pivote suplente del Alzira, un equipo segund¨®n de la Liga Asobal, y su brillante historial en la selecci¨®n de Rusia parec¨ªa haber pasado definitivamente a mejor vida.

"Le echaban del Alzira", record¨® ayer Rivera, que ahora es representante de jugadores; "me dijeron que estaba zumbado. Pero yo cre¨ªa en ¨¦l porque hab¨ªa sido un gran jugador. Y la verdad es que despu¨¦s volvi¨® a serlo".

Jug¨® en el dream team de Rivera y, nacionalizado, fue una de las piezas fundamentales de la selecci¨®n espa?ola que gan¨® las primeras medallas ol¨ªmpicas y europeas. Fue su primera resurrecci¨®n. La segunda lleg¨® la pasada temporada, cuando, retirado desde finales de 2005, un Kiel mermado por las lesiones le fich¨® a mitad de temporada como soluci¨®n de emergencia. Chepkin se lo pens¨®, pero estamp¨® su firma. Y aquello le permiti¨® sumar a su palmar¨¦s una triple corona: Liga y Copa alemanas y Liga de Campeones.

La tercera y ¨²ltima resurrecci¨®n de Chepkin se produjo la semana pasada, cuando Manolo Cadenas, entrenador del Bar?a, decidi¨® incorporarle de nuevo para jugar en el primer equipo. Un regreso a la ¨¦lite de uno de los mejores pivotes de la historia, aunque mal comprendido por buena parte del mundo del balonmano, que no acaba de entender cu¨¢l puede ser su funci¨®n en el Bar?a a los 42 a?os.

"Le ped¨ª hace unas semanas que se entrenara con nosotros porque necesitaba un pivote para el ataque en los entrenamientos cuando Garabaya y Jesper actuaban en la defensa", explic¨® ayer Cadenas; "pero, al ver el excelente estado de forma y la entrega con que se entrenaba, decid¨ª darle una ficha en el segundo equipo [las del primero las completar¨¢ la pr¨®xima incorporaci¨®n del serbio Petar Nenadic] para poder disponer de ¨¦l si era necesario".

Aunque alejado de la competici¨®n, Chepkin siempre mantuvo un excelente estado de forma. "Se cuida mucho y ha tenido pocas lesiones", asegura Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez, m¨¦dico del Bar?a; "tal vez ha ganado un poco de peso [ronda los 120 kilos], pero mantiene la masa muscular y excelentes niveles de grasa. Mantiene buenas constantes en esfuerzo. Sus par¨¢metros f¨ªsicos son buenos. Es evidente que a los 42 a?os se pierde velocidad, aceleraci¨®n y rapidez de respuesta, pero mantiene su fuerza y resistencia".

Chepkin no dej¨® de hacer pesas y se prepar¨® para la marat¨®n de Barcelona. No lleg¨® a correrla, pero s¨ª compiti¨® en varias medias maratones. Ahora es segundo entrenador del equipo B del Bar?a y se prepara para el curso nacional de entrenadores. "Jugar no era mi objetivo", confiesa Chepkin, "pero, si puedo hacer un ¨²ltimo favor a mi club, lo har¨¦". Algunos compa?eros, eso s¨ª, creen que su fichaje no es bueno para la imagen del conjunto por su edad. "Hay que tener una perspectiva de futuro, no de pasado", opinan.