Recuento del tesoro de papel
Un viaje a las 'tripas' de la Biblioteca Nacional en el primer inventario en 20 a?os
"Est¨¢s entrando en la Sala Cervantes", indica con un movimiento r¨¢pido que interrumpe la conversaci¨®n Milagros del Corral, la en¨¦rgica y poco amiga de solemnidades directora de la Biblioteca Nacional. El guardia de seguridad se tensa al verla ingresar en el lugar del crimen; la ¨²ltima frontera antes de la c¨¢mara que custodia los manuscritos, vol¨²menes raros e incunables. En esta ampl¨ªsima galer¨ªa, dividida en tres naves, el investigador uruguayo C¨¦sar G¨®mez Rivero (en adelante, "el ladr¨®n de la Biblioteca") introdujo en sus incursiones entre 2004 y 2007 un c¨²ter y "mutil¨®" una decena libros para llevarse un bot¨ªn de 16 documentos de diversa cuant¨ªa, que oscilaba entre lo valioso y lo incalculable. Unos hechos que acompa?aban tambi¨¦n ayer el caminar r¨¢pido por las salas de la directora en el d¨ªa inaugural del primer gran recuento que emprende la instituci¨®n en 20 a?os. Si entonces unas obras obligaron a trasladar fondos e hicieron ineludible el inventario, en esta ocasi¨®n nadie pretend¨ªa ayer dejar de relacionar los trabajos con la existencia del ladr¨®n.
Se est¨¢n investigando, hoja por hoja, 5.000 vol¨²menes valiosos
Todo lo que tiene que ver con la instituci¨®n parece estar unido a aquellos sucesos desde que
en agosto salt¨® la noticia que acab¨® con la salida de la anterior directora, Rosa Reg¨¤s. "Los bibliotecarios indican el pupitre en el que ha de sentarse cada investigador para controlarlos mejor a todos", contin¨²a Del Corral. "Y ahora", a?ade con iron¨ªa, "cruzamos la puerta misteriosa que conduce a los arcanos". Al otro lado del acceso restringido al com¨²n de los mortales y a casi todo el personal (en su mayor¨ªa femenino) aguarda el sanctasanct¨®rum, el tesoro de la Biblioteca, donde equipos de dos personas uniformadas para evitar "virus, alergias y faringitis" con batas blancas, guantes y alguna mascarilla trabajaban agachados ayer a mediod¨ªa entre las angostas hileras de libros.
Los trabajos mantendr¨¢n la Biblioteca cerrada al p¨²blico toda la semana. Ocupan a 200 de sus trabajadores organizados en 39 equipos a tiempo completo. Revisar¨¢n unos 500.000 ejemplares, los m¨¢s sensibles entre los 25 millones de documentos que la Biblioteca atesora y que van desde un DVD de ¨²ltimo estreno hasta un incunable de Ptolomeo tristemente esquilmado. "Revisaremos fondos modernos [siglo XX] y antiguos. Dibujos, grabados, incunables [previos a 1500], libros antiguos [hasta 1830] o DVD", hab¨ªa aclarado en su despacho la directora t¨¦cnica Bel¨¦n Llera.
"Un empe?o latoso", en la definici¨®n sin ambages de Del Corral. Y una empresa que nace con aspiraciones de repetirse anualmente la tercera semana de enero. Adem¨¢s, el recuento facilitar¨¢ los trabajos que desembocar¨¢n en la creaci¨®n de la Biblioteca Digital Hisp¨¢nica, que ofrecer¨¢ a trav¨¦s de la Red y en varios idiomas el texto completo de las obras atesoradas en el edificio del XIX de la plaza de Col¨®n y en las dependencias asociadas de Alcal¨¢ de Henares. El ministro C¨¦sar Antonio de Molina presentar¨¢ ma?ana en la sede central un proyecto que concluir¨¢ en 2010, cuando est¨¦ plenamente en marcha una ambiciosa Biblioteca Digital Europea.
Pero ayer, de vuelta en el dep¨®sito de patrimonio todo era para los bibliotecarios extraer e inspeccionar libros de las baldas entre cuyos delicados lomos se pod¨ªa leer t¨ªtulos como Il decamerone, Bocaccio, 1546, o Trattato dell'arte de la pittura, 1548. El protocolo hab¨ªa sido detallado antes en el departamento de libros antiguos (siglos del XVI al XIX) y en medio de un penetrante olor a polvo: esta semana se trata de cotejar los documentos con los listados manuales e inform¨¢ticos. ?Falta alg¨²n volumen? En tal caso, ?qu¨¦ cuenta "el testigo", una peque?a ficha plastificada con informaci¨®n del paradero de la obra? ?En qu¨¦ estado se halla el "tejuelo" o etiqueta?
Cualquier mala noticia es lo que el personal denominar¨ªa una "incidencia". Un libro mal colocado, una ficha perdida... Que no tienen necesariamente por qu¨¦ estar revestidas del tinte novelesco del episodio del ladr¨®n. Sobre todo, porque este inventario no se detiene hoja por hoja. Se queda, digamos, en el exterior de los libros.
M¨¢s secreto que este recuento transcurre otro, que empez¨® en noviembre y terminar¨¢ en febrero, ordenado a ra¨ªz de los robos por el propio ministro. Y ah¨ª s¨ª se trata de entrar a fondo, hoja por hoja, en los 5.000 vol¨²menes valiosos consultados por los investigadores en el ¨²ltimo a?o. Llera, directora t¨¦cnica, aseguraba ayer que la tarea, de momento, no ha deparado grandes sorpresas. Sin querer aventurarse, Del Corral tampoco esperaba el viernes, mientras daba en su despacho los ¨²ltimos retoques al plan, faltas notables para el conteo de esta semana. "Se echar¨¢ de menos material, sin duda. Y donde m¨¢s sorpresas nos llevaremos ser¨¢, ir¨®nicamente, en los DVD, porque es f¨¢cil de coger el disco y dejar la caja".
Ayer, a las seis horas de comenzado el recuento, el equipo que acompa?aba por el laber¨ªntico recorrido al intruso aseguraba que las incidencias, de momento, no hab¨ªan pasado de an¨¦cdotas como la que aguardaba en la sala de grabados, en la que se atesora en un ambiente casi de quir¨®fano joyas de, entre otros, un tal Vel¨¢zquez. "Aqu¨ª hay un l¨ªo", se oy¨® a una de las funcionarias. "Han guardado la referencia 316 en el lugar de la 2.289". El entuerto se deshizo un par de pasillos despu¨¦s. Todo qued¨® en una falsa alarma. Y en suspiros de alivio.
?Y lo que a¨²n falta?
En la quinta planta de la secci¨®n de Patrimonio de la Biblioteca Nacional, aguardan, entre cartones y pl¨¢sticos anti¨¢cido, los documentos extra¨ªdos por el ladr¨®n de la Biblioteca y ya han sido recuperados. La estrella es, sin duda, uno de los dos mapamundis desaparecidos de la Cosmograf¨ªa de Ptolomeo, incunable de 1482 que se entreg¨® en Nueva York. A¨²n faltan por volver seis de las 16 piezas que C¨¦sar G¨®mez Rivero, investigador de origen uruguayo ("un profesional", seg¨²n Ana Santos, directora cultural de la instituci¨®n), rob¨® sirvi¨¦ndose de un c¨²ter. El otro de los dos mapamundis de Ptolomeo (que a la postre son los que m¨¢s titulares han acaparado) fue hallado en Sidney (Australia) y aguarda custodiado por la Biblioteca Nacional de Canberra. Volver¨¢ durante "la segunda quincena de enero o primera de febrero", seg¨²n c¨¢lculos del embajador espa?ol en el pa¨ªs comunicados a la directora del centro, Milagros del Corral. Despu¨¦s de eso faltar¨ªan otros cinco documentos, entre ellos, dos p¨¢ginas s¨®lo de texto, provenientes del Libro de la ballester¨ªa y monter¨ªa, de Alonso Mart¨ªnez de Espinar, que la directora cree que el ladr¨®n se llev¨® "al hundir demasiado el c¨²ter" y por equivocaci¨®n en uno de los robos. De las investigaciones para recuperar todo este material, Del Corral asegur¨® que "est¨¢n avanzadas". Sobre la extradici¨®n de G¨®mez Rivero, indic¨® que el juez en Argentina tiene previsto citar a "dos o tres" c¨®mplices del ladr¨®n. "Sabremos mucho m¨¢s cuando al final se produzca la extradici¨®n, que no prospera, pues en Argentina no est¨¢ tipificado el delito de robo contra el patrimonio".
Los n¨²meros
- En el inventariose revisar¨¢n 500.000 documentos.- La Biblioteca Nacional custodia 25 millones de piezas entre incunables, libros antiguos y modernos, DVD, fotograf¨ªas, peri¨®dicos...- 200 funcionarios trabajan esta semana en el recuento, que obligar¨¢ a mantener cerrada la instituci¨®n. Se ha calculado que la clausura enla tercera semana de enero es la que menos perjuicio causar¨¢ a los usuarios.
Babelia
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