Everest

Ser¨¢ que nos hacemos mayores, pero a uno cada vez le interesan m¨¢s los programas de gente que sabe y cada vez menos los que, en cambio, se dedican a hacer de la ignorancia su materia principal de exhibici¨®n, que son los que triunfan en las encuestas de audiencia. No hay muchos de esos programas, pero haberlos haylos, especialmente en el terreno deportivo: las carreras de coches y motos, por ejemplo. La noche del domingo, en TVE-1, Al filo de lo imposible homenaje¨®, con motivo de su reciente fallecimiento, al alpinista neozeland¨¦s Edmund Hillary, que el 29 de mayo de 1953 coron¨® con el sherpa Tenzing Norgay la cima del mundo. Pero La conquista del Everest iba m¨¢s all¨¢ del retrato del personaje para convertirse en un reportaje coral sobre el alpinismo extremo, en el que interven¨ªan muchas voces autorizadas, que es de lo que se trata. El documental se centraba casi m¨¢s en la m¨ªtica expedici¨®n de 1924 de George Mallory y Andrew Irvine que en la del propio Hillary, precisamente porque la muerte de los dos brit¨¢nicos cuando descend¨ªan, sin que se sepa si hab¨ªan o no pisado la cumbre, est¨¢ en el origen m¨ªtico de todas las expediciones, incluidas la de Hillary y la del equipo del programa que dirige Sebasti¨¢n ?lvaro, el cual, en 2001, con Juan Vallejo y Juan Oiarzabal al frente, coron¨® la cima sin ox¨ªgeno siguiendo precisamente la ruta de Mallory e Irvine. Imposible un periodismo m¨¢s involucrado que ¨¦ste.

El reportaje de TVE se nutr¨ªa as¨ª de im¨¢genes y relatos propios, vibrantes, cargados de emociones. Pero lejos de quedarse en la autorreferencia, nunca m¨¢s justificada que en este caso, se iba en busca de opiniones cualificadas, como la del anciano John Hunt, jefe de la novena expedici¨®n brit¨¢nica a la monta?a, o la del gran Reinhold Messner, primer alpinista que alcanz¨® la cumbre en solitario y sin ox¨ªgeno. Como contrapunto, el catedr¨¢tico de Geograf¨ªa F¨ªsica Eduardo Mart¨ªnez de Pis¨®n aportaba datos cient¨ªficos sobre la Madre del Universo, con una emoci¨®n, por cierto, no menor a la de los alpinistas. Es siempre un placer escuchar a los que saben.