Van Gogh se aparece en una caja griega
Hallado en casa de un antiguo partisano un cuaderno atribuido al artista
Vincent van Gogh no vendi¨® un solo cuadro en vida, pero la posteridad ha convertido su obra en una de las m¨¢s preciadas de la historia de arte. Hasta sus libretas de bocetos, llenas de proyectos pict¨®ricos, pueden convertirse en piezas millonarias de probarse su autenticidad.
Uno de esos viejos cuadernos acaba de ser encontrado en Atenas, en la casa de un antiguo resistente griego contra los nazis, y los expertos deber¨¢n decidir ahora si perteneci¨® al pintor posimpresionista holand¨¦s. De ser as¨ª, los primeros c¨¢lculos cifran en unos cuatro millones de euros el valor de los pliegos si salen a subasta.
El librito de 60 hojas podr¨ªa salir a subasta por cuatro millones de euros
De Van Gogh se sabe casi todo: su estricta ¨¦tica personal y pict¨®rica, que le llev¨® a un extenuante frenes¨ª creador de m¨¢s de 900 cuadros y 1.600 dibujos. Sus apuros econ¨®micos hasta para comprar papel; la estrecha relaci¨®n con su hermano Theo, un marchante de arte de cierto prestigio que trat¨® sin ¨¦xito de promocionar sus cuadros; su ca¨ªda en el desequilibrio emocional y su suicidio final. Lo que no pod¨ªa imaginar ni el m¨¢s avezado estudioso de su obra es que uno de sus cuadernos repleto de rostros de su primera ¨¦poca, la m¨¢s oscura y holandesa, aparecer¨ªa en una tierra tan lejana como Grecia. Seg¨²n Doreta Peppa, la hija de un combatiente de la II Guerra Mundial que lo ha encontrado, la ruta recorrida por la pieza en cuesti¨®n hasta llegar a sus manos es de lo m¨¢s enrevesado.
Su padre, que lo guard¨® durante a?os en un dep¨®sito de objetos personales dentro de una caja, dej¨® escrito que lo hab¨ªa rescatado tras un ataque a un tren que transportaba soldados germanos hacia el final de la ocupaci¨®n. El cuaderno estaba en el suelo, y lleva dos sellos reveladores que podr¨ªan sellar hoy su verdadera procedencia. El primero corresponde a la Real Academia de Arte de Bruselas, donde Van Gogh estuvo en 1880. El otro pertenece a las autoridades nazis. "A qui¨¦n no le conmover¨ªa este descubrimiento. Es el alma misma de Van Gogh. Parece que se trataba de un regalo, y no hay otro igual en el mundo", ha dicho la hija del resistente griego al presentar el hallazgo en p¨²blico.
En las hojas que ha fotocopiado para poder mostrarlas con tranquilidad, pueden verse estudios de cabezas de campesino, con sus caracter¨ªsticas cofias para el pelo en el caso de las mujeres. Son rostros similares a los plasmados luego en cuadros como Familia comiendo patatas, de 1885, verdadero estudio sociol¨®gico de la pobreza de una Holanda rural dependiente por entero del tub¨¦rculo. De otro lienzo se?alado, P¨¨re Tanguy, un retrato del comerciante de pinturas ejecutado dos a?os despu¨¦s, tambi¨¦n aparecen diversos trazos entre las 60 hojas de que consta el librito.
Aunque el artista griego y experto en arte Atanasio Celia ha asegurado ya que se trata de una pieza aut¨¦ntica, en casos similares suele ser el museo del artista en ?msterdam el que analiza los hallazgos. Ayer, sus portavoces se limitaron a decir que se trataba "de un asunto privado entre la sala y la due?a del cuaderno". Adem¨¢s de los dibujos, en la caja guardada por el fallecido Peppa hab¨ªa una foto del pintor. "Es un testimonio ¨²nico de que el dibujo era, como el propio artista cre¨ªa, la columna vertebral de la pintura", ha concluido Celia. En las m¨²ltiples cartas plenas de dibujos que Van Gogh envi¨® a su hermano Theo, el artista iba a¨²n m¨¢s lejos en su definici¨®n de lo que deb¨ªa ser un buen pintor. "Dibujar deber¨ªa ser como escribir. Dif¨ªcil al principio y luego sencillo por lo que tiene de espont¨¢neo", afirmaba.
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