Una vez m¨¢s... no nos dejan mirar
Parece incre¨ªble y no lo es. Unas fotograf¨ªas de Carles Santos fueron retiradas de una exposici¨®n p¨²blica bajo la sospecha de que pueden ofender, atacar, agredir o escandalizar a un hipot¨¦tico buen reba?o cuya c¨®lera se dirigir¨ªa contra la instituci¨®n democr¨¢tica donde iban a ser exhibidas. Parece incre¨ªble, pero no lo es. De un tiempo a esta parte regresan a nuestro pa¨ªs los centinelas del esp¨ªritu a velar por todos nosotros, a extender recetas de buen gusto art¨ªstico, a proscribir lo inconveniente, a diagnosticar el exceso.
Y aumenta d¨ªa a d¨ªa el n¨²mero de esos guerreros morales a cuenta de la banalidad cultural dominante mientras nosotros se dir¨ªa que estamos bajo anestesia. Hoy son las fotograf¨ªas de Carles Santos, menos conocidas que sus intervenciones musicales pero firmemente conectadas a una opci¨®n est¨¦tica y una visi¨®n del mundo que lleva trabajando desde hace ya muchos a?os, cosa que el buen gestor pol¨ªtico-cultural que las ha "retirado", censurado, proscrito... ignoraba totalmente. Hoy han sido las pornogr¨¢ficas, blasfemas, inmundas fotograf¨ªas de Carles Santos. Y ma?ana m¨¢s.
El material de Carles Santos ha ca¨ªdo en manos de esos otros guardianes que dicen ser de izquierdas
Parece incre¨ªble y lo es. Pens¨¢bamos que este tipo de cirug¨ªa cultural se practicaba desde el campo de las posiciones mas reaccionarias, intolerantes y vacuas, pero el material fotogr¨¢fico-explosivo de Carles Santos ha ca¨ªdo en manos de esos otros guardianes que dicen ser del campo de la izquierda y ya han cambiado la libre circulaci¨®n de las ideas, la tolerancia y dem¨¢s frusler¨ªas por la estabilidad en el trabajo.
Quien censura una opci¨®n art¨ªstica expresa con ello una opci¨®n de poder sospechosamente cercana al ejercicio de un poder sin ideas que nos hace a?orar aquella gloriosa sentencia de un presidente norteamericano que sosten¨ªa: "No me gusta lo que usted dice, pero defender¨¦ hasta el final su derecho a que pueda seguir dici¨¦ndolo".
As¨ª, nosotros, con la m¨¢s absoluta y total indignaci¨®n democr¨¢tica, queremos ver expuestas todas y cada una de las fotograf¨ªas de Carles Santos con la libertad de forjar nuestros juicios est¨¦ticos comprendiendo a quienes forjan los suyos sin necesidad de mirarlas.
Se trata, en suma, de no seguir dando batallas absurdas por lo que, a estas alturas de la vida cultural, deber¨ªa seguir siendo obvio.
Vicente Ponce es profesor de Teor¨ªa del Arte en la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.