M¨®vil y ordenador financiar¨¢n la televisi¨®n francesa

El presidente Nicolas Sarkozy garantiz¨® ayer la supervivencia de la radio y la televisi¨®n p¨²blicas cuando desaparezca la publicidad, a partir de 2009, tal y como anunci¨® hace una semana. "Si no son distintos de la oferta privada, ?para qu¨¦ seguir manteni¨¦ndolos?", se pregunt¨® el presidente. Eso significa que el sector p¨²blico perder¨¢, de golpe, unos 800 millones de euros anuales, y si quiere mantener su ritmo de funcionamiento, necesitar¨¢ unos 1.000 millones al a?o, pues deber¨ªa producir las horas de emisi¨®n hoy ocupadas por anuncios. El objetivo fijado deb¨ªa ser alcanzado, en un primer momento, gracias a una tasa "m¨ªnima" a los canales privados, sugerencia a la que ¨¦stos se negaron en redondo.

Ahora Sarkozy sugiere gravar la venta, entre un 1% y 2% suplementario respecto a su precio, de todos los electrodom¨¦sticos que sirven para captar im¨¢genes: televisor, tel¨¦fono m¨®vil, ordenador... es decir, un mercado de unos 17.000 millones anuales que aportar¨ªa al presupuesto del servicio p¨²blico entre 170 y 300 millones de euros. Los fabricantes y vendedores de televisores ya han protestado: "Ya tenemos que cargar con el IVA, pero es que tambi¨¦n recaen sobre nuestros productos grav¨¢menes ecol¨®gicos destinados a financiar su reciclaje y otra tasa para compensar las p¨¦rdidas que comporta la pirater¨ªa. Es excesivo".

Actualmente, la televisi¨®n y la radio p¨²blicas se financian, en un 64,3%, gracias a una tasa que se paga por poseer un televisor y que aporta unos 1.800 millones de euros anuales. Cada aparato abona 116 euros al Estado, el 80% destinado al grupo France T¨¦l¨¦visions y el resto a repartir entre la cadena ARTE, el Instituto Nacional del Audiovisual y Radio France.

La iniciativa del presidente parece improvisada y con un objetivo no expl¨ªcito de aumentar el pastel publicitario de los empresarios de cadenas privadas, con Martin Bouygues y Vincent Bollor¨¦, amigos personales de Sarkozy, al frente. De hecho, el anuncio de las medidas publicitarias desencaden¨® una importante subida en la Bolsa de las cadenas privadas, especialmente TF-1, propiedad del grupo Bouygues.