La pasarela m¨¢s rentable

El vintage de Valentino que Julia Roberts luci¨® al recoger la estatuilla dorada, en 2001, permanece como una de las im¨¢genes imborrables de la gala de los Oscar. Y vale, seg¨²n el autor del elegante vestido negro ribeteado de blanco, tres decenas de millones de euros en cobertura medi¨¢tica.

Con 45 a?os de carrera a sus espaldas, y a punto de retirarse tras su ¨²ltimo desfile (el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Par¨ªs), el modisto italiano tiene de aquel momento uno de sus recuerdos m¨¢s queridos: La Novia de Am¨¦rica en el podio, ataviada con uno de sus espl¨¦ndidos dise?os.

Es el impacto de la alfombra roja, por la que desfilan las estrellas m¨¢s rutilantes del planeta como perchas de lujo de dise?os y joyas de las firmas m¨¢s renombradas. Una promoci¨®n impagable que se frustr¨® en la reciente edici¨®n de los Globos de Oro, despojada de todo brillo y caras famosas a causa de la huelga de guionistas de Hollywood: ni alfombras rojas, ni limusinas ni -para aflicci¨®n de las casas de dise?o- modelos de alta costura.

Con la pr¨®xima ceremonia de los Oscar (el 24 de febrero) todav¨ªa en el aire, los creadores brit¨¢nicos se preguntan si ha llegado el momento de tirar la casa por la ventana en la entrega de los premios Bafta, que se celebra en Londres dos semanas antes.

Espl¨¦ndidas figuras como Keira Knightley o Cate Blanchett est¨¢n nominadas, y la elecci¨®n de su vestuario puede hacer m¨¢s por la promoci¨®n de un dise?ador que cualquier campa?a publicitaria.

Ese fue el caso del modisto liban¨¦s Elie Saab, quien visti¨® a Halle Berry para los Oscar de 2002. El dise?o -un vestido de tafet¨¢n color vino con un sugerente cuerpo transparente- no fue del gusto de todos los paladares, pero el incuestionable porte de la actriz y el hecho de que se hiciera con la estatuilla de mejor actriz por su interpretaci¨®n en Monster's Ball, tuvo una inmediata traducci¨®n en caja: la firma aument¨® sus ingresos en un 30%.

Tambi¨¦n la decisi¨®n de Cameron Diaz de lucir un dos piezas de Stella McCartney, en la ceremonia de 1998, apuntal¨® las ventas de Chlo¨¦.

Al a?o siguiente, bast¨® que la citada Blanchett optara por un Galliano negro con un adorno floral para que en 24 horas miles de r¨¦plicas aparecieran en las tiendas. Hasta el ¨²ltimo detalle en el look de las estrellas es objeto del escrutinio de millones de fans, como demostr¨® el a?o pasado la bomba latina Jessica Alba al utilizar un pintalabios de Dior: d¨ªas despu¨¦s se vend¨ªa como churros en las tiendas de cosm¨¦tica.

El a?o pasado todas las miradas estaban fijas en Pen¨¦lope Cruz, la primera espa?ola nominada al Oscar como mejor actriz. Y no defraud¨®. ?Su elecci¨®n? Un versace palabra de honor color rosa palo con cors¨¦ de chifl¨®n de seda y falda con plumas y tul. Como complementos eligi¨® joyas de Chopard y bolso de mano de Swarovski.

Parece que Galliano fue su primera elecci¨®n pero un problema de ¨²ltima hora hizo que se decantara por este espectacular y alabado dise?o. Del vestido de Pe se habl¨® en todo el mundo y fue la mejor publicidad para la casa Versace.