Avivar el debate electoral
La lucha electoral interna en el Partido Popular ha tenido la virtud de animar a los socialistas, encantados con la ausencia de Alberto Ruiz-Gallard¨®n en las listas populares, no tanto porque creyeran que pod¨ªa aportar realmente votos a Mariano Rajoy, sino porque consideran que consagra la imagen de un PP que no ha cambiado nada desde 2004. Las mismas caras, las mismas ideas; desde el punto de vista de la ciudadan¨ªa, el Partido Popular se ofrece para 2008 con los mismos protagonistas de la legislatura anterior, los mismos pol¨ªticos que ya fueron expulsados del Gobierno hace cuatro a?os. Gallard¨®n, admiten en el PSOE, hubiera supuesto, por lo menos medi¨¢ticamente, un cambio importante: la impresi¨®n de que el PP que quiere llegar a 2012 en La Moncloa no es el mismo que sali¨® por esa misma puerta en 2004.
El PSOE est¨¢ encantado con la idea de que se consagre la imagen de un PP que desde 2004 no ha cambiado en nada
Inquietud entre las militantes socialistas por la movilizaci¨®n de los grupos feministas respecto al aborto
La ¨²nica novedad del PP, la incorporaci¨®n de Manuel Pizarro como refuerzo visible del ¨¢rea econ¨®mica, no parece tener suficiente peso como para amargar la satisfacci¨®n socialista. La semana que hoy acaba parece haber actuado como un b¨¢lsamo en el siempre cambiante ¨¢nimo de los militantes del PSOE. Como explica uno de sus politic¨®logos, el Partido Socialista se mueve en una situaci¨®n "psicol¨®gicamente complicada" porque, por un lado, necesita que cale en su electorado que existe la posibilidad de que el PP gane (lo que les animar¨ªa a acudir a las urnas el 9 de marzo, para evitarlo), pero, por otro, se queda helado cada vez que una encuesta refleja realmente esa posibilidad.
Por eso, acontecimientos como el rechazo de Ruiz-Gallard¨®n por su propio partido son, desde el punto de vista socialista, perfectos: son alicientes para la participaci¨®n, hacen que la gente hable de las elecciones en sus casas y en sus trabajos. "Son ellos los que esta semana han avivado el debate electoral, en nuestro beneficio", se alegra un diputado del PSOE.
Los socialistas apuestan, desde luego, por todo lo que ayude a la movilizaci¨®n electoral. Creen que los debates televisivos (al margen de quien los gane) sirven para animar a los ciudadanos a ir a votar, porque introducen los temas pol¨ªticos en los salones de las casas y en las barras de los bares. Cuanto m¨¢s hable de pol¨ªtica la gente, incluso cuanto m¨¢s hablen de pol¨ªtica los votantes del PP, m¨¢s informaci¨®n y m¨¢s inter¨¦s le entra a los posibles simpatizantes del PSOE.
Lo que pasa es que no se puede confiar siempre en que el contrario venga a solucionarte los problemas, bromea un parlamentario socialista, deseoso de que la direcci¨®n de su partido termine por perfilar el programa electoral y se lancen los primeros "argumentarios". Los m¨¢s veteranos en el PSOE saben que los textos que est¨¢n circulando en la actualidad son todav¨ªa borradores, y que, muy probablemente, el texto final experimente bastantes variaciones sobre lo que se anuncia ahora a bombo y platillo. La idea es que en los ¨²ltimos momentos se produce una "homogeneizaci¨®n" que introduce bastantes cambios. De momento, ya se han visto algunas de esas "homogeneizaciones": ya no se habla tanto de suprimir y bajar impuestos. Lo importante, aseguran ahora, es basar el mensaje socialista en medidas sociales, "y eso quiere decir que garantizaremos que el Estado tendr¨¢ los recursos necesarios para hacer frente a esas pol¨ªticas", matiza un dirigente socialista.
Lo que cada vez parece m¨¢s claro es que el mensaje de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en esta campa?a se va a concentrar en tres campos: 1) alcanzar el pleno empleo como garant¨ªa de bienestar social, lo que supone garantizar un crecimiento econ¨®mico capaz de mantener vivo el mercado laboral; 2) situar a Espa?a entre los pa¨ªses m¨¢s modernos, no s¨®lo por el volumen de su econom¨ªa, ni por eso que tanto le gusta al presidente y tan poco a su ministro de Econom¨ªa, de "sobrepasar" a otros pa¨ªses europeos, sino porque se va a prestar atenci¨®n a los aut¨¦nticos retos a los que habr¨¢ que hacer frente en 10 ¨® 15 a?os, es decir, el cambio clim¨¢tico, las infraestructuras o las tecnolog¨ªas de informaci¨®n; y 3) el desarrollo de proyectos legislativos que garanticen la convivencia y la calidad democr¨¢tica. En este ¨²ltimo campo, relacionado con el famoso republicanismo c¨ªvico que anima a Rodr¨ªguez Zapatero, se incluir¨ªa una llamada Ley Integral de Igualdad de Trato, que algunos socialistas no saben todav¨ªa bien de qu¨¦ tratar¨¢, pero que, en principio, pretende garantizar que no exista discriminaci¨®n en la prestaci¨®n de servicios p¨²blicos por ning¨²n motivo ni circunstancia.
Los grupos feministas relacionados con el PSOE luchan por conseguir que el programa socialista alcance algo m¨¢s de precisi¨®n en lo relacionado con el famoso cuarto supuesto para despenalizar el aborto. La idea inicial del presidente del Gobierno de "abrir un debate", "iniciar una reflexi¨®n" o "valorar los resultados de los tres supuestos actuales" provoc¨® verdadero enfado en c¨ªrculos feministas independientes, asombrados por el nuevo e inesperado lenguaje del PSOE. La progresiva movilizaci¨®n de estos c¨ªrculos, cada vez m¨¢s activos y dispuestos a presentar batalla, inquieta a las socialistas, que llevaban muchos a?os defendiendo el cuarto supuesto y que ahora tienen muchas dificultades para justificar la nueva posici¨®n que les exige su presidente. -
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