Zares econ¨®micos

Hagamos un ejercicio de ucron¨ªa y supongamos dos hechos que han de demostrarse ciertos: que el PP gana las elecciones y que Rajoy nombra vicepresidente econ¨®mico a quien hizo la campa?a en esa ¨¢rea: el empresario Manuel Pizarro. Habr¨ªa entonces que subrayar algunas diferencias sociol¨®gicas entre la personalidad de Pizarro y la de sus antecesores en el cargo desde que empez¨® la transici¨®n.

Ninguno de los responsables econ¨®micos desde Adolfo Su¨¢rez hasta hoy han provenido de la c¨²pula de la empresa privada. Unos eran altos funcionarios de la Administraci¨®n (Fuentes Quintana, Solbes), y otros, militantes del partido que llegaba al poder, muy cercanos a su l¨ªder (Abril Martorell, Boyer, Solchaga). S¨®lo Rato hab¨ªa tenido alguna experiencia en la empresa privada familiar, pero si lleg¨® al Gobierno fue por su activismo partidista. La mayor¨ªa, s¨®lo cuando dio por finalizada su experiencia pol¨ªtica, se fue a la empresa privada a ganar dinero.

Desde la transici¨®n, ninguno de los responsables de la econom¨ªa proviene de la empresa privada

Pizarro ha hecho el camino opuesto. Termin¨® pronto su vida como abogado del Estado y march¨® al sector privado, donde ha ganado prestigio como gestor eficiente, y mucho dinero. Pero su desarrollo empresarial ha estado casi siempre trufado de vinculaciones con la vida pol¨ªtica. Como presidente de una caja de ahorros (Ibercaja), su nombramiento dependi¨® del visto bueno de las autoridades auton¨®micas aragonesas; fue presidente de una Endesa privatizada en su totalidad por el PP, sustituyendo a un militante de esa formaci¨®n (Mart¨ªn Villa) y tambi¨¦n por su cercan¨ªa al partido que gobernaba. Y acababa de ser elegido consejero de Telef¨®nica, en una especie de sorprendente cuota partidaria: por el PSOE, un amigo del presidente de Gobierno, Javier de Paz; por el PP, Manuel Pizarro, que tanto influy¨® (por su cercan¨ªa a Aznar y Rato) en el nombramiento de los presidentes de las empresas p¨²blicas privatizadas por el PP. Entre ellos, el del propio C¨¦sar Alierta, presidente de Telef¨®nica (y antes, de Tabacalera). La privatizaci¨®n del sector p¨²blico dio lugar a un sector privado gubernamental, con presidentes muy cercanos al PP: Villalonga, Alierta, Gonz¨¢lez, Blesa, Cortina, Fern¨¢ndez Norniella, etc¨¦tera.

Si en el futuro tuviera Pizarro presencia en el Consejo de Ministros, habr¨ªa de hilar muy fino cuando en el mismo se traten asuntos relacionados con el sector energ¨¦tico, telecomunicaciones o incluso el financiero, al existir una ley de regulaci¨®n de los conflictos de intereses de los miembros del Gobierno que implica su abstenci¨®n. Pero, sobre todo, habr¨ªa una incompatibilidad pol¨ªtica expl¨ªcita si el PP tiene necesidad de pactar con los nacionalistas catalanes. Despu¨¦s del papel de Pizarro en la OPA de Endesa (jaleado por Esperanza Aguirre) buscando una empresa alemana para sustituir a la catalana Gas Natural como posible compradora, su presencia en el Gabinete de Rajoy parecer¨ªa tan disuasiva como el recurso del PP sobre el Estatuto ante el Constitucional.