?ngel Gonz¨¢lez

?ngel me dedic¨® Palabra sobre Palabra: "Para Natacha el d¨ªa de mi cuarenta y cinco cumplea?os, de su -en Am¨¦rica y en Europa- amigo", y "Para Natacha, m¨¢s Natacha que nunca". Temo hoy ser menos Natacha que nunca, porque a m¨ª s¨®lo me importa que hoy est¨¢s muerto, que te he visto muerto y no te he tocado porque, de repente, eras como Santiago muerto, y no dejaban.

Pero t¨² eras, y eres, ¨¢ngel de mi guarda, dulce compa?¨ªa. Mentirosos todos y malditos los que se creen que "¨¢ngel de mi guarda" pertenece s¨®lo a un grupo del que t¨², yo y los nuestros siempre aborrecimos.

A m¨ª s¨®lo me importa que hoy est¨¢s muerto, te he visto muerto, y te he hecho compa?¨ªa muerto.

T¨² comienzas un viaje hacia delante, y me uno a ti porque ninguna tierra poseemos, porque en ninguna casa echan ra¨ªces nuestros corazones deshabitados.

El viaje milenario de tu carne se alumbr¨® de solsticios y equinoccios, que tambi¨¦n trepaban por los siglos y los huesos hasta tu ¨²ltimo suspiro. Pero no, ya no eres escombro que lucha contra el viento, ya sabes avanzar -has sabido siempre andar por la enloquecida fuerza del desaliento.

T¨² ya siempre ser¨¢s ?ngel Gonz¨¢lez, te lo dice "tu querid¨ªsima amiga Natacha, apoyada en la sombra".