Sin humos
El portavoz del Partido Popular en las Cortes Valencianas y cabeza de lista electoral de su partido en los comicios que tendr¨¢n lugar dentro de unas semanas para elegir nuestros parlamentarios en el Congreso ha solicitado un debate p¨²blico en la televisi¨®n auton¨®mica con la cabeza de lista por Valencia del otro gran partido de ¨¢mbito nacional, la vicepresidenta del Gobierno de Espa?a, Mar¨ªa Teresa de la Vega. No andamos sobrados de debates p¨²blicos sustanciosos y, por lo tanto, nada que objetar a la iniciativa del parlamentario auton¨®mico Esteban Gonz¨¢lez Pons.
Ser¨ªa harto interesante, y did¨¢ctico si se para mientes en los electores, contemplar en la pantalla dom¨¦stica la seria figura de la vicepresidenta del Gobierno, socialdem¨®crata a la Europea, en una mesa de debate junto al habilidoso Gonz¨¢lez Pons, conservador a la valenciana. Hablar¨ªan, si tal fuera el caso, de todos aquellos aspectos que en sus respectivos programas de gobierno hacen referencia a infraestructuras, educaci¨®n, econom¨ªa, prestaciones sociales, pol¨ªtica internacional, leyes que promuevan la convivencia c¨ªvica y cuanto tuviese valor informativo y formativo para que el vecindario inclinara su voto en uno u otro sentido. A guisa de ejemplo, uno y otra expondr¨ªan con toda claridad y sin tapujos ni medias verdades, y sin acritud, las ventajas y desventajas de los macrotrasvases hidr¨¢ulicos y de las desalinizadoras; indicar¨ªan las l¨ªneas de sus respectivos partidos en nuestras relaciones con nuestros socios y conciudadanos europeos, con la superpotencia americana y con nuestros primos hermanos en Latinoam¨¦rica, sin olvidar a nuestros vecinos de ese otro lado del Mediterr¨¢neo; intercambiar¨ªan sus puntos de vista en torno a la llegada casi masiva de trabajadores extranjeros, de forma legal o alegal, porque cuando uno se muere de necesidad o de hambre la ilegalidad apenas existe, y los problemas que ello acarrea y que hay que ir solucionando, los conservadores con su programa y los socialdem¨®cratas con el suyo. No hablar¨ªan casi nada de lo divino porque lo har¨ªan, y mucho, de lo humano. Y la lista tendr¨ªa un tope porque ni el tiempo del teleespectador valenciano ni el de la televisi¨®n auton¨®mica es eterno. Lo permanente y eterno, sin duda, deber¨ªa ser la claridad en p¨²blico en todos esos temas; claridad que suele ser enemiga ac¨¦rrima de confusi¨®n, nefasta cuando se acomoda en el ¨¢mbito de lo p¨²blico.
Porque pensar en ese tipo de debates aqu¨ª y ahora viene a ser tanto como intentar ligar el humo o atrapar la niebla. Y es que andaba uno reflexionando sobre los debates cuando aparece en la pantalla peque?a de la televisi¨®n auton¨®mica, que tambi¨¦n es peque?a aunque con mucho d¨¦ficit, el rostro amplio de Gonz¨¢lez Pons aludiendo a una p¨¢gina inform¨¢tica de la vicepresidenta del Gobierno De la Vega escrita -anatematizada sea la arriesgada y temeraria Mar¨ªa Teresa- en un idioma extra?o e hispano que se habla m¨¢s all¨¢ del Ebro y que -?oh avatares del destino!- entiende, lee y habla el portavoz de nuestros conservadores en las Cortes Valencianas. La ceremonia de la confusi¨®n como enfermedad cr¨®nica en determinados sectores de la derecha valenciana; el desatino siempre que reverdece tantas cuantas veces se convoca a la ciudadan¨ªa para que acuda a las urnas.
Por el camino de la confusi¨®n, que no por la senda de un aut¨¦ntico debate, noblemente partidista, serio y digno de los votantes potenciales... por el camino, digo, que conduce a mezclar churras con merinas y el car¨¢cter colonial de Gibraltar con los atributos viriles del caballo de Espartero, no se llega a parte alguna; se pierde el tiempo y muchos electores pierden hasta las ganas de acercarse a las urnas. Un debate agrio con la niebla y la confusi¨®n como protagonistas empujan a cualquiera a apagar el televisor y ahorrar energ¨ªa el¨¦ctrica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.