"?Est¨¢s bien para esprintar, Joseba?"
V¨ªctor y Llorente relatan el gol de los 7,42s
Joseba Llorente (Hondarribia, Guip¨²zcoa; 1979) no tiene precisamente planta de futbolista. Es alto, demasiado delgado, desgarbado e incluso a veces aparentemente descoordinado. "Creo que no me pitan penaltis porque me caigo muy raro", intenta justificarse. Pero su estrecho cuerpo le permiti¨® el domingo perforar la atenci¨®n de dos centrales en una carrera de poco m¨¢s de siete segundos desde el centro del campo hasta la l¨ªnea del ¨¢rea, el lugar en el que recogi¨® el pase ciego de V¨ªctor para marcar el gol m¨¢s r¨¢pido de la historia de la Liga. Un gol parad¨®jico porque en la vida de Llorente casi nada ha sido r¨¢pido. El ¨¦xito le ha llegado con 28 a?os.
V¨ªctor record¨® la noche de 1996 en la que arm¨® una parecida contra el Bar?a de Robson y Ronaldo. En aquella ocasi¨®n fue el autor del gol tras recibir del uruguayo Guti¨¦rrez. O la del a?o pasado, cuando lo intent¨®, pero el bal¨®n rebot¨® en la espalda del Chino Losada. El domingo, V¨ªctor habl¨® con Joseba antes de que el ¨¢rbitro pitara el inicio, "Est¨¢s bien para esprintar, Joseba?". "S¨ª, claro", contest¨® ¨¦ste. "Pues corre, que yo te la lanzo. ?A qu¨¦ central la prefieres?". "Al izquierdo", contest¨® el ariete. "Vamos a ver si sale". Y sali¨® ante los ojos at¨®nitos de Torrej¨®n y Lacruz y la salida atropellada de Lafuente. V¨ªctor ten¨ªa fe en la jugada, pero antes no tuvo un compa?ero que recorriese 40 metros en 7 segundos.
Mendilibar ni siquiera vio la jugada. Tampoco la hab¨ªa ensayado, aunque no pone objeciones. "Si quieren probar, hay que dejarles. Siempre y cuando no suponga mucho riesgo, el futbolista tiene que probar cosas suyas", aseguraba divertido el t¨¦cnico del Valladolid, que no estaba en el banquillo porque ten¨ªa que cumplir un partido de sanci¨®n y se enter¨® del gol por los gritos de la gente cuando iba camino de su butaca.
Precisamente, Mendilibar es uno de los factores determinantes de la explosi¨®n de Llorente. Le conoc¨ªa del Eibar. Cuando fich¨® por el Valladolid, tuvo que esperar, a la sombra de Aduriz, hasta que un a?o despu¨¦s lleg¨® Mendilibar. La relaci¨®n es tan estrecha que Llorente rechaz¨® en el verano una oferta del Athletic. "Lo hice porque quedaban tres d¨ªas para que se cerrase el mercado y yo sab¨ªa que donde iba a triunfar en Primera era en Valladolid porque es donde m¨¢s he aprendido: por el entrenador, por el entorno y, tambi¨¦n, por lealtad", explica.
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