Retorno al gueto escolar
El Departamento de Educaci¨®n ha presentado p¨²blicamente una medida controvertida: la prueba piloto de un plan de espacios segregados para alumnos de familia inmigrante reci¨¦n llegados al pa¨ªs una vez el curso est¨¢ empezado. Esta prueba se realizar¨¢ en Reus y Vic. El anuncio de dicha medida ha calado hondo en la sociedad en general, y en el sistema educativo en particular, y no precisamente en un sentido positivo en todos los casos. ?Cu¨¢les son los motivos que argumentamos los detractores de esta propuesta, entre los que nos encontramos los miembros de Rosa Sensat? Pensamos que se trata de una medida que, de llevarse a cabo, es t¨¦cnicamente poco viable, pedag¨®gicamente err¨®nea, pol¨ªticamente incoherente y ¨¦ticamente reprobable. Vayamos por partes.
Miquel ?ngel Essomba La cohesi¨®n y la convivencia no se construyen en espacios escolares 'guetizados'
Queremos entender que esta propuesta nace para solucionar una disfunci¨®n del sistema, la denominada "matr¨ªcula viva": alumnado de origen extranjero que llega a los centros escolares a mitad de curso. Es cierto que esta situaci¨®n genera complicaciones en los procesos de acogida y escolarizaci¨®n de los alumnos, ya que la marcha de la escuela a veces es poco flexible y no permite mucha adaptabilidad a un flujo constante. Pero a priori ya nos preguntamos, por ejemplo, en qu¨¦ edificios se ubicar¨¢n estos espacios segregados cuando en el sistema todav¨ªa existe un fuerte lastre de barracones, o si el sector privado participar¨¢ animosamente en la creaci¨®n de algunos de ellos, o qu¨¦ profesorado especializado y con qu¨¦ formaci¨®n ser¨¢ el que atienda a este alumnado.
En otro orden de las cosas, vemos tambi¨¦n c¨®mo a priori un tema de gesti¨®n de la matr¨ªcula hace estallar por los aires el principio de inclusi¨®n. Y quien pierde los principios, pierde el norte y queda a merced de las fuerzas que fomentan la desigualdad. Si pensamos en el ingl¨¦s, sabemos que la mejor manera de aprenderlo es mediante un proceso de inmersi¨®n en un pa¨ªs angl¨®fono. ?Alguien se cree a estas alturas que los alumnos reci¨¦n llegados al sistema aprender¨¢n mejor la lengua del pa¨ªs y de la escuela en un espacio segregado, con escaso contacto con alumnos que tengan dicha lengua como primera? Si hoy d¨ªa, dentro de un mismo centro, el paso del aula de acogida al aula ordinaria ya supone todo un reto, no es dif¨ªcil imaginarse qu¨¦ podr¨¢ suceder cuando se acreciente la dificultad a la hora de fomentar la inclusi¨®n de alumnos que han estado en un espacio distinto con un profesorado diferente.
Sin duda alguna, uno de los elementos que m¨¢s ha hecho saltar la sorpresa es la incoherencia pol¨ªtica del propio Gobierno. La pol¨ªtica educativa en materia de inmigraci¨®n de los ¨²ltimos a?os ha sido, hasta hoy, bastante aceptable y cuenta con numerosos aciertos dignos de felicitaci¨®n. Sin embargo, una medida como ¨¦sta rompe la coherencia con los planteamientos y las pr¨¢cticas actuales, favorables a la interculturalidad y la cohesi¨®n social, y apuesta por un modelo segregado que nos retorna a hace una d¨¦cada, cuando ya se experiment¨® un modelo similar al que se propone ahora y que r¨¢pidamente se descart¨® por los efectos negativos que supuso desde un punto de vista de inclusi¨®n.
Desde luego, la cohesi¨®n y la convivencia no se construyen en espacios escolares guetizados, y los resultados desde este punto de vista pueden ser devastadores. Los impulsores de la medida dentro de Educaci¨®n deber¨ªan sentirse atentos a las verdaderas necesidades del alumnado de origen inmigrado. Si de verdad se sintieran as¨ª, jam¨¢s se hubieran atrevido a proponer una medida de tan oscuros motivos e imposibles desarrollos como ¨¦sta.
Miquel ?ngel Essomba es miembro de la junta rectora de la Associaci¨® de Mestres Rosa Sensat y profesor de la UAB.
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