"Pura mujer en el cami¨®n"
Ciudad de M¨¦xico pone en marcha los autobuses "S¨®lo para damas" con el fin de evitar el acoso sexual
A salvo. As¨ª se sienten miles de mujeres que desde hace dos d¨ªas viajan en los autobuses "S¨®lo para damas" de Ciudad de M¨¦xico, donde los abusos sexuales en el transporte p¨²blico pasan por el manoseo disimulado o agresivo, el contacto corporal insultante, las insinuaciones sexuales e incluso la violaci¨®n. Los abusos se dan en autobuses, peseros (microbuses), Metro y taxis; la impunidad es el sello de la casa y ha llevado a las mujeres a defenderse literalmente con las u?as o con armas improvisadas.
El transporte rosa comenz¨® a circular el 22 de enero por dos rutas y ya es una buena noticia. "No lo puedo creer. Viajo c¨®moda y sin tener que estarme cuidando de que alguien se me acerque con malas intenciones", dice Josefina Salcedo, una atractiva y bien vestida mujer de 29 a?os, empleada de una tienda de ropa. "Yo vengo de La Villa (norte) hasta la Zona Rosa (centro) a las 8,30 de la ma?ana. Hay d¨ªas en que los peseros vienen repletos y no falta quien se acerca de m¨¢s o te pone la mano en las caderas y no s¨¦ cu¨¢nto m¨¢s".
"Apenas te subes en el Metro, tienes que marcar tu territorio", dice Sof¨ªa
En Paseo de la Reforma, una de las dos rutas que cubre el transporte rosa, los conductores todav¨ªa discuten con los despistados hombres que tratan de subir tras las mujeres. S¨®lo pueden viajar con ellas sus hijos menores, no hay excepciones ni para los ancianos. "Y est¨¢ bien, porque hay viejitos bien abusivos", seg¨²n Andrea Palafox, ayudante de cocina de un restaurante. "Viaj¨¦ contenta, pura mujer en el cami¨®n. Por el mismo precio".
Una an¨®nima que baja del autob¨²s rosa, sin pregunta de por medio, comenta: "Hay d¨ªas en que uno siente que alguien la toca por el pecho o m¨¢s abajo y cuando busca con la mirada no hay nadie a quien culpar. Tengo amigas que han sido manoseadas en forma descarada, les soban las asentaderas o los pechos. Algunas gritan o se pelean con los abusivos, pero como la mayor¨ªa de los viajeros son hombres, nadie te ayuda. Ni de milagro hay un polic¨ªa, y los ch¨®feres son iguales, si se te levanta la falda al subir te quieren comer y no falta el que te dice cosas".
Los autobuses "S¨®lo para damas" salieron a las calles con el Programa Atenea, que parece inspirado por la diosa griega de la sabidur¨ªa. La directora de la Red de Transporte de Pasajeros, Ariadna Montiel Reyes, dice que muchas usuarias han pedido que se aumenten las rutas.
Sof¨ªa, una estudiante de Filosof¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, dispara la respuesta sobre qu¨¦ significa moverse en el transporte p¨²blico: "Est¨¢ cabr¨®n all¨¢ abajo (en el Metro), apenas te subes, tienes que marcar tu territorio, mirar feo a cualquiera que se te acerque. A la pasada, como sin querer, un chavo (joven) o un viejo te puede tocar, o recargarse en ti si no protestas fuerte".
Cuenta que son muchos los consejos que se dan a las mujeres para repeler a los abusivos, como llevar a mano alfileres, anillos con filo cortante, horquillas o cualquier objeto con punta. Cualquier cosa se convierte en arma de defensa, por eso hay mujeres que portan latas de gas o polvos pica-pica, y muchas que tienen sus u?as como garras... No est¨¢ a salvo ninguna, vista pantal¨®n o minifalda, sea joven o vieja, atractiva o no. En un noticiero de televisi¨®n, una mujer dec¨ªa que ella viajaba con un grueso abrigo, hiciera fr¨ªo o calor, para mantenerse a salvo de los manoseos. Ahora viaja con Atenea en el autob¨²s "S¨®lo para damas".
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