Buda en la carretera
Poes¨ªa. Kerouac (1922-1969), acaso por ser el primero de los beats c¨¦lebres en morir -ya muy tocado-, y Allen Ginsberg (1926- 1997), despu¨¦s, un histri¨®n nada desde?able, son los emblemas de esa generaci¨®n po¨¦tica norteamericana, que tiene ya marchamo de cl¨¢sica, aunque todos padecieron incomprensi¨®n y abundantes malas cr¨ªticas desde el academicismo, aunque tuvieran tambi¨¦n el sost¨¦n (minoritario, pero fervoroso) de una juventud universitaria en l¨ªneas generales muy distinta de la actual, y que apoyaba cuanto sonara a contracultura: el rock, el jazz, las drogas como experimento, la vida como experiencia de l¨ªmites, cuanto fuera antisistema, y entre ello, el redescubrimiento de ciertas culturas y literaturas orientales (Jap¨®n y la India, sobre todo, pa¨ªses a los que adem¨¢s viajaron no en plan turista) donde hallaron modos de vida y literaturas -sobre todo la japonesa- que incid¨ªan fuertemente en su voluntad diferente. Pero todo ello fundamentalmente desde una creencia (que de alg¨²n modo impregn¨® a casi todos los beat, sus cercanos y amigos) que fue el budismo, en sus diferentes escuelas y lecturas, y de ah¨ª la pr¨¢ctica de haiku (o jaiku, luchan las dos graf¨ªas), que fue un gran veh¨ªculo de la expresi¨®n del satori, especialmente en la vertiente zen, la m¨¢s usada por los notables divulgadores que fueron D. T. Suzuki y Alan Watts. El budismo (insisto, en diversas v¨ªas) es el gran com¨²n denominador del lado oriental de la poes¨ªa beat.
Libro de jaikus
Jack Kerouac
Edici¨®n biling¨¹e de Marcos Canteli
Bartleby Editores. Madrid, 2007
215 p¨¢ginas. 16 euros
No pasa nada Los beat y Oriente
Edici¨®n biling¨¹e de Jes¨²s Aguado
El Bardo. Barcelona, 2007
259 p¨¢ginas. 20 euros
Kerouac (tenido fundamentalmente como prosista experimentador del ritmo) s¨®lo public¨® un libro de poemas en su vida, Mexico City Blues, en 1959, pero escribi¨® much¨ªsimos jaikus (tradicionales o incluso american way of life), que met¨ªa dentro de sus novelas o que dej¨® en blocs, cartas y diarios. ?l mismo lleg¨® a pensar en recogerlos y en hacer un book of haikus, pero la tarea s¨®lo se llev¨® a efecto muchos a?os despu¨¦s de su muerte, y de ah¨ª sale el libro ahora traducido, sabio, simp¨¢tico o mon¨®tono, como acaba por ser para un occidental la excesiva acumulaci¨®n de haikus. Imposible no pensar en un juego, aunque a menudo no lo sea.
Mucho m¨¢s variada de forma, pero tambi¨¦n con el denominador budista (m¨¢s algo de hinduismo), la antolog¨ªa de Jes¨²s Aguado sobre beats y cercanos, con tema oriental, tiene el encanto del rigor y la variedad, y dir¨ªa que otro m¨¢s, el de sacar del escondite a muchos beats de la segunda hornada o poetas de la escuela de San Francisco, que en orientalismo fueron coincidentes. Por supuesto est¨¢n los nombres cl¨¢sicos en ambas direcciones: Kerouac, Ginsberg, Ferlinghetti o Gary Snyder: estos dos, los ¨²ltimos supervivientes de la edad dorada, aunque con diferencia. Nacido en 1919 y fundador de la m¨ªtica City Lights Books, Ferlinghetti es menos oriental que Snyder (nacido en 1930), que vivi¨® 12 a?os en Jap¨®n y que quiz¨¢ es el m¨¢s ecol¨®gico-budista de todo el grupo. Junto a ¨¦l, su mujer Joanne Kyger (m¨¢s afecta al budismo tibetano) y desde luego Kenneth Rexroth, figura de gran talla intelectual y original traductor de poes¨ªa china y japonesa, am¨¦n de personajes m¨¢s olvidados como Diane Di Prima, escritora tambi¨¦n de liberados textos er¨®ticos, el suicida Lew Welch o Philip Whalen, que lleg¨® a ser abad de un monasterio zen en California, entre otros como Michael McClure... Si siempre de tema oriental, (y m¨¢s a menudo budista) esta poes¨ªa no es siempre magn¨ªfica -aunque s¨ª en muchos poemas- pero siempre es significativa de este momento oriental de la poes¨ªa de Occidente (porque de los beats pas¨® a Europa) que acaso no s¨®lo no ha terminado, sino que puede estar recomenzando. El t¨ªtulo No pasa nada est¨¢ tomado de un poema de Diane Di Prima (No pasa nada. Poema para una fiesta) que resume muy bien la actitud del budismo m¨¢s ortodoxo ante el mundo: como todo es fungible, transitorio, y en realidad inexistente, mejor la senda de la monta?a, porque, al fin, de verdad, NO PASA NADA. -
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