?Fue la dictadura o la perspectiva?
Las versiones difieren sobre el porqu¨¦ de la demolici¨®n de las 'Quatre columnes'
"Las cuatro grandes columnas que se alzaban al final de la gran avenida han sido derribadas porque quitaban perspectiva y proporci¨®n a los edificios del fondo. Algunos peri¨®dicos de hoy publican fotograf¨ªas para demostrar gr¨¢ficamente la desproporci¨®n de dichas columnas frente al Palacio Nacional y aplauden esta medida adoptada por la direcci¨®n del certamen". La Memoria diaria de la Exposici¨®n Internacional de Barcelona del d¨ªa 22 de diciembre de 1928 recoge, as¨ª de brevemente, la demolici¨®n de los cuatro enormes pilares del monumento Quatre columnes, creado en 1919 por el arquitecto y pol¨ªtico Josep Puig i Cadafalch y cuya restituci¨®n, ante la reclamaci¨®n de diversas entidades, ha aprobado el Ayuntamiento de Barcelona.
El historiador Oriol Granados defiende que tapaban la vista de la gran fuente
En el dise?o original las columnas estaban coronadas por figuras aladas
?Qu¨¦ hab¨ªa pasado para que este impresionante monumento fuera demolido cinco meses antes de la inauguraci¨®n de la Exposici¨®n Internacional de 1929? ?Fue la dictadura de Primo de Rivera la que acab¨® con ¨¦l por ser un s¨ªmbolo del catalanismo? ?Elmonumento molestaba a la nueva perspectiva creada tras terminar la entrada monumental y el Palacio Nacional? ?Fue una mezcla de las dos cosas?
La primera versi¨®n es la que defienden la mayor¨ªa de entidades que reclaman ahora la restituci¨®n del monumento en su ubicaci¨®n actual. La segunda coincide con el actual recelo municipal a que las cuatro grandes columnas -de 20 metros de alto y dos y medio de di¨¢metro- rompan la perspectiva actual, por lo que se estudia situarlas no all¨ª donde estuvieron, sino en los laterales.
Como sucede en este tipo de eventos, la historia de la Exposici¨®n Internacional de 1929 es larga y se remonta a 1913, cuando se pens¨® celebrar una Exposici¨®n Internacional de Industrias El¨¦ctricas y sus aplicaciones que deb¨ªa celebrarse inicialmente en 1917, algo que la I Guerra Mundial hizo imposible, y el lugar escogido para celebrarla fue la ladera de Montju?c por considerar que ser¨ªa la oportunidad de urbanizar la monta?a e incorporarla a la ciudad. Las obras comienzan finalmente en 1916 y dos a?os despu¨¦s se encarga a Josep Puig i Cadafalch el proyecto de la parte espa?ola. Puig planea una ordenaci¨®n en terrazas ascendentes desde la avenida Central con acceso a la gran plaza de las Bellas Artes, donde se levantar¨ªan cuatro columnas coronadas por victorias aladas y una columnata con elementos decorativos de menor dimensi¨®n.
Tambi¨¦n se le encarga a Puig la construcci¨®n de los palacios de Bellas Artes y Arte Moderno (luego de Alfonso XIII y Victoria Eugenia) y proyecta las escaleras, balaustradas y cascadas que acabar¨¢n en la parte superior en el Palacio Central. En 1919 el conjunto de la avenida Central y las escaleras que enlazan con la plaza de las Bellas Artes est¨¢ acabado. Sobre un podio se alzan, como elementos m¨¢s destacados, las cuatro columnas j¨®nicas, pero sin las figuras aladas, ni la columnata que deb¨ªan acompa?arlas.
Oriol Granados, arque¨®logo, historiador y presidente del Centre d'Estudis de Montju?c, conoce bien la documentaci¨®n generada por la Exposici¨®n de 1929 conservada en el Archivo Administrativo de Barcelona. En su opini¨®n, "es verdad que la dictadura de Primo de Rivera a partir de 1923 supuso un borr¨®n y cuenta nueva de la Junta, de la direcci¨®n, de la gesti¨®n, del desarrollo y de la orientaci¨®n de la Exposici¨®n", que se convirti¨® en Internacional y pretend¨ªa celebrarse en 1926. Buceando en la ingente documentaci¨®n ha comprobado como desde 1924 el principal inter¨¦s es la urbanizaci¨®n y los contenidos de los edificios, que en esta ¨¦poca se paralizan las obras del palacio proyectado por Puig y de la plaza de Espanya, para hacerla m¨¢s monumental y se convocan nuevos proyectos, nuevos concursos y nuevas adjudicaciones.
A principios de 1928 el proyecto es el definitivo, se crea la portada de la exposici¨®n, con las torres venecianas, y se acaba la gran avenida. El Palacio Nacional acaba sus obras y tras ver los primeros ensayos y esbozos, la organizaci¨®n se da cuenta de las posibilidades del proyecto de Bu?gas de dotar al conjunto de un fenomenal juego de luz y de agua que descender¨ªa desde el palacio hasta la entrada del recinto por la plaza de Espanya.
Seg¨²n Granados, la primera idea es que convivan las cuatro columnas con la luz y el agua, y la prueba es que "en toda la publicidad nacional e internacional difundida por la organizaci¨®n aparecen las columnas y la fuente proyectada". "Lo que pas¨® es que el proyecto de Bu?gas creci¨® en importancia y en dimensi¨®n", a?ade.
As¨ª es. En la misma reuni¨®n que se decide derribar las columnas, las actas recogen como el Comit¨¦ Ejecutivo haci¨¦ndose cargo "de la grandiosidad de estos proyectos" eleva a la Junta que resuelva el aspecto econ¨®mico "ya que con el presupuesto no existe partida adecuada para ello". Y en octubre, antes del derribo de las columnas, la Memoria da todos los detalles de c¨®mo ser¨¢ el gran surtidor, medidas, caudal, potencia, n¨²mero de combinaciones de agua y potencia luminosa, "el m¨¢s grande del mundo", dicen.
La prensa del momento dedica todas sus alabanzas al espect¨¢culo de luz y agua que se proyectaba en el recinto y al conjunto que ofrec¨ªa una gran perspectiva desde el hemiciclo de entrada hasta el Palacio Nacional, aut¨¦ntico fondo de la escenograf¨ªa monumental, que dejaba las columnas como un s¨ªmbolo fr¨ªo y solitario que ocultaba la visi¨®n de la fuente de Bu?gas.
Granados cree que los que afirman que la dictadura fue la ¨²nica culpable de la demolici¨®n tienen una visi¨®n simplista de lo que pas¨® y defiende que durante estos a?os hubo un cambio de est¨¦tica. La ciudad, que siempre se hab¨ªa mirado en Par¨ªs, no quer¨ªa quedarse atr¨¢s de la modernidad que representaban los proyectos de Bu?gas. Adem¨¢s, Granados piensa que si alguien intenta acabar con un s¨ªmbolo borra cualquier rastro de ¨¦l y en el caso de las columnas no ocurri¨® as¨ª. En su lugar, se colocaron cuatro enormes cr¨¢teras de luz y agua que no imped¨ªan ver la fuente y que permanecieron en pie hasta la Guerra Civil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.