El museo de Guti
El Madrid supera al Villarreal tras un vibrante partido gracias a la chistera de su segundo capit¨¢n y la eficacia de Robinho
Guti juega como pocos, pero se le exige como a nadie. Para muchos de sus t¨¦cnicos, ha pesado m¨¢s su aire perezoso que su cartab¨®n en la pierna izquierda. Una injusticia, nada que ver con c¨®mo se ha medido a otros. De Guti se espera siempre todo y a Guti no se le perdona nada. Afortunadamente para el f¨²tbol, Schuster ha manejado la situaci¨®n con la templanza necesaria. Le puso contra la pared despu¨¦s de su expulsi¨®n en Murcia y, tras la condena, le ha vuelto a dar carrete. Con Guti, el t¨¦cnico alem¨¢n rebobina y se ve a s¨ª mismo hace 30 a?os. No debe ser casualidad que a Guti le llamaran Schuster en el parvulario. Jugadores como ellos son una se?a de distinci¨®n para cualquier equipo. Ellos marcan la frontera entre el pelot¨®n y la ¨¦lite. Pronto lo comprob¨® el Villarreal, que en el arranque pag¨® el marcador de San Mam¨¦s.
REAL MADRID 3 - VILLARREAL 2
Real Madrid: Casillas; Salgado (Drenthe, m. 83), Cannavaro, S. Ramos, Torres; Guti, Gago, Baptista (Sneijder, m. 73); Ra¨²l, Van Nistelrooy y Robinho (Higua¨ªn, m. 88). No utilizados: Dudek; Metzelder, Balboa y Robben.
Villarreal: Diego L¨®pez; Javi Venta, God¨ªn, Cygan, Capdevila; Cani (?ngel, m. 58), Senna, Bruno (Josico, m. 58), Cazorla; Rossi y Nihat (Tomasson, m. 70). No utilizados: Viera; Gonzalo, Josemi y Franco.
Goles: 1-0. M. 8. Robinho coloca el bal¨®n tras un gran pase de Guti. 1-1. M. 15. Rossi, desde la frontal. 2-1. M. 53. Robinho, a rechace del portero. 2-2. M. 75. Capdevila, tras un c¨®rner. 3-2. M. 76. Sneijder, de tiro cruzado.
?rbitro: ?lvarez Izquierdo. Amonest¨® a Gago, God¨ªn y Senna.
Unos 75.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
El equipo de Schuster es un cohete y Guti, un lujo. El Bar?a est¨¢ fuera de pista
Tras el patinazo azulgrana, el Madrid sali¨® en estado de efervescencia, decidido, sin nada que discutir con su l¨ªrico rival, un equipo con mucho estilo. El Madrid logr¨® atrincherar al Villarreal y antes de los diez minutos Guti descosi¨® al grupo de Pellegrini. Un pase al gol. Desde un lateral del centro del campo, el rubio tir¨® de chistera, de magia, y con un toque elimin¨® a medio Villarreal. Robinho lleg¨® a la carrera y con precisi¨®n de cirujano clav¨® la pelota en un rinc¨®n de la porter¨ªa de Diego L¨®pez. Una asistencia prodigiosa. Pero a Guti le quedaba repertorio.
Al tanto de Robinho respondi¨® de forma adecuada el Villarreal, siempre con la mirada al frente, nada cicatero. Le gusta manejar el bal¨®n con delicadeza y tiene dos b¨®lidos en el ataque. Rossi y Nihat poseen chispa y gol. Son un incordio para las defensas. Rossi se lo mostr¨® a Cannavaro, al que anud¨® la cintura en una baldosa justo antes de superar a Casillas, un notici¨®n.
El empate no destempl¨® a ninguno de los dos equipos, que hasta el final sostuvieron un duelo sin ret¨®rica, atrevido y directo. Cierto que de Casillas apenas hubo m¨¢s se?as hasta el gol de Capdevila y que Diego L¨®pez tuvo el tajo suficiente para acentuar la calidad del que ayer fue su contrincante. En L¨®pez se adivina a un excelente portero, ¨¢gil y sobrio, un emigrante madridista por culpa de Casillas. El ex suplente de Iker fren¨® una y otra vez los toques de corneta del Madrid, que se sucedieron con frecuencia, con Guti al mando, Gago en su mejor versi¨®n y el tr¨ªo ofensivo en su l¨ªnea de esta temporada. Pero no es f¨¢cil achicar al Villarreal, enhebrado por un pu?ado de buenos futbolistas a los que adiestra con sabidur¨ªa y sin estridencias un t¨¦cnico como Pellegrini, al que s¨®lo le falta impacto medi¨¢tico. Al Madrid no es sencillo jugarle cara a cara, medirle con las mismas armas. Lo hizo el Villarreal, que contribuy¨® de forma encomiable a la emoci¨®n del encuentro, y el Madrid se lo cobr¨® en el momento justo. Cuando m¨¢s apretaban Rossi y Nihat, de nuevo entr¨® en escena Guti. La pelota le lleg¨® llovida desde el ¨¢rea madridista y nada hac¨ªa vislumbrar una contra porque al segundo capit¨¢n blanco, que estaba de espaldas, le escoltaban dos rivales. Con Guti nunca se sabe, as¨ª que ventil¨® a los dos guardianes con un toque muse¨ªstico. La jugada, soberbia en su origen, se volvi¨® un tanto esperp¨¦ntica cuando Ra¨²l, Sergio Ramos y el propio Guti desperdiciaron el gol ante el imponente Diego L¨®pez. Robinho cerr¨® la jugada como merec¨ªa el dictado de Guti. Y poco despu¨¦s Capdevila puso al Villarreal donde merec¨ªa su apuesta.
El partido cautivaba a todos por igual. No hab¨ªa tregua. Pero, golpe a golpe, este Madrid tiene m¨¢s plomo que nadie. Sneijder, ayer desde el banquillo, apareci¨® menos asustado de lo habitual y se aprovech¨® del mimetismo de Gago, que imit¨® a Guti con un servicio excelente que despach¨® al cuadro de Pellegrini, que, eso s¨ª, se despidi¨® en las cejas de Casillas. El delirio en Chamart¨ªn, con la afici¨®n entregada a un partido con mucho cuajo, celebrando el festival de Guti y con el Bar?a fuera de pista, a nueve puntos, reci¨¦n estrenada la segunda rueda. Nadie jam¨¢s ha dilapidado renta semejante. El Madrid es un cohete y Guti, un lujo.
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