Un 'no' al populismo xen¨®fobo

El severo correctivo que ayer proporcion¨® el electorado del Estado Federado de Hesse a su primer ministro democristiano Roland Koch (CDU), con su desastroso resultado, es un exponente de la madurez de los electores. Esta vez no le funcion¨®, como en 1999, la campa?a contra la doble nacionalidad de los emigrantes que le llev¨® a la jefatura de Gobierno de Hesse. El intento de movilizar a la mayor¨ªa silenciosa con temas xen¨®fobos y un anticomunismo obsoleto tuvo un efecto bumer¨¢n para Koch que, seg¨²n los resultados provisionales, podr¨ªa incluso perder la jefatura de Gobierno.

El fracaso de Koch beneficia a Angela Merkel (CDU). La canciller se sum¨® a rega?adientes a su campa?a populista y derechista. Su derrota aleja el peligro de uno de los m¨¢s ambiciosos pol¨ªticos de la CDU, que no cesaba de segarle la hierba bajo los pies. La canciller podr¨¢ seguir en su l¨ªnea de gobierno en la gran coalici¨®n con el SPD. Merkel tiene el camino m¨¢s libre para mantenerse en su papel de moderadora y soportar las acusaciones de su propio partido de que hace una pol¨ªtica socialdem¨®crata. Esto no significa que gobernar con la gran coalici¨®n vaya a ser m¨¢s f¨¢cil. El triunfo en Hesse de la candidata del SPD Andrea Ypsilanti, del ala izquierda del partido y enemiga del programa de recortes sociales de la Agenda 2010 del Gobierno de Gerhard Schr?der, indica a los socialdem¨®cratas que con los temas cl¨¢sicos del partido como la justicia social y la atenci¨®n a la educaci¨®n y a la ecolog¨ªa se pueden ganar elecciones. El SPD tiene ahora argumentos para obligar al Gobierno federal a dar marcha atr¨¢s en algunas de las reformas puestas en marcha por Schr?der.

La campa?a electoral de Ypsilanti demostr¨® tambi¨¦n que un SPD defensor de la justicia social y de cuestiones como el salario m¨ªnimo puede reducir las posibilidades de sus competidores del partido La Izquierda. No estaba claro a primera hora de la noche si La Izquierda superaba el 5% y pod¨ªa tener esca?os en el Parlamento (Landtag) de Hesse. Todo depend¨ªa de una d¨¦cima m¨¢s o menos. En la elecci¨®n de Baja Sajonia, con un candidato sin perfil que obtuvo el peor resultado de la historia del SPD, La Izquierda consigui¨® con facilidad un 7% de votos y la seguridad de estar representado en uno de los Estados m¨¢s grandes de Alemania. Este ¨¦xito de La Izquierda, que podr¨ªa ser doble si al final entran en el Landtag de Hesse, supone para el partido de los poscomunistas del este y los socialdem¨®cratas decepcionados hacer pie en la Alemania del oeste. Un triunfo para el inquieto Oskar Lafontaine, que no cesa de predicar contra la Agenda 2010 de Schr?der y la presencia de tropas alemanas en Afganist¨¢n.

Con La Izquierda en los parlamentos regionales se modifica el panorama pol¨ªtico en Alemania. La formaci¨®n de gobiernos resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil y habr¨¢ que recurrir a tripartitos y otras combinaciones in¨¦ditas.