"?Que s¨ª, que somos inocentes!"

Eran las 14.14 cuando Luis Montes lleg¨® al hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s. Muy aplaudido, el m¨¦dico se fundi¨® en un emocionante abrazo con su compa?era, Maribel Teigell, que hab¨ªa dejado su puesto de trabajo durante unos minutos en centro. "Han sido tres a?os horribles. Pero ahora hay que pedir responsabilidades. Con calma, a su debido tiempo, pero habr¨¢ que hacerlo", reflexionaba despu¨¦s Maribel.

Junto a ellos estaban los otros m¨¦dicos acusados de las supuestas sedaciones irregulares. Y decenas de trabajadores del Severo que salieron a la puerta unos minutos para abrazar a Montes y sus compa?eros. No paraban de gritar y de descorchar botellas de champ¨¢n. "?Estamos orgullosos... de nuestros compa?eros... de la Urgencia... del Severo!", vitoreaban.

En su rabia se notaba el paso de los a?os, tres, desde que comenz¨® el caso. "?Que s¨ª, que s¨ª, que somos inocentes!", segu¨ªan. Y ped¨ªan las dimisiones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y del ex consejero de Sanidad Manuel Lamela.

"Ha sido muy duro", era la expresi¨®n m¨¢s escuchada entre los que acudieron a confortar a Montes y su equipo. Esperanza y Bego?a, dos enfermeras veteranas, brindaban euf¨®ricas: "Se ha creado una muy mala imagen de nosotros. Se nos ha puesto en duda. Ya no somos el mismo hospital".