Hienas
Leo en el escalofriante ensayo de Santiago Roncagliolo La cuarta espada que en los infinitos asesinatos indiscriminados o selectivos que perpetr¨® el terror¨ªfico e involuntariamente surrealista Sendero Luminoso la mayor¨ªa se comet¨ªan a cuchillo o a pedradas. Alguien ofrece una l¨²cida explicaci¨®n a esta forma tan cavern¨ªcola de darle matarile al pr¨®jimo: "Cuando un asesino mata cuerpo a cuerpo cruza el umbral de la resistencia psicol¨®gica al salvajismo. Despu¨¦s de eso estar¨¢ dispuesto a cualquier cosa". Lo cual revela el sabio conocimiento de lo peor de la naturaleza humana de su inquietante papa Abimael Guzm¨¢n.
Pienso en cuesti¨®n tan tranquilizadora mientras observo en el telediario a kenianos con machetes sangrantes y filas de cad¨¢veres degollados. Entre vecinos. Por ser de otra etnia, por tener distintos dioses. Como en Ruanda. Sin ocupar demasiado espacio en los medios. Ya se sabe, barbaries del subdesarrollo, lo de siempre. Y a otra cosa, mariposa.
Tambi¨¦n veo viejas im¨¢genes de un m¨¦dico rodeado por una jaur¨ªa con expresi¨®n linchadora que le llama asesino. Los jueces acaban de declararle inocente, pero ya le han jodido su trabajo y su vida. Se ocupaba de que los enfermos terminales no sufrieran m¨¢s de lo necesario, de aliviar el dolor cuando llega la oscuridad. Y los amantes de los fetitos ajenos, los que est¨¢n consiguiendo tratamiento de delincuentes para las mujeres que abortan, esa ancestral y apestosa casta de inquisidores, acaudillados por los buitres ensotanados y el democr¨¢tico facher¨ªo de siempre, se permiten la impunidad de seguir cazando brujas.
Dice Bush que se va despu¨¦s de haber logrado la paz entre israel¨ªes y palestinos, frenado el sida, combatido el cambio clim¨¢tico. ?Ha vuelto a beber este hombre? Dice Zapatero que no hay un solo espa?ol al que se le pueda comprar el voto. ?Es un chiste o un desarreglo mental?
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