Macartismo liberal

Al conocer el fallo por el que se archivan las supuestas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan Jos¨¦ G¨¹emes, declar¨® casi simult¨¢neamente: "Pedir perd¨®n, ?por qu¨¦?", y "el hecho de que no haya podido probarse [la relaci¨®n entre la aplicaci¨®n de sedantes y la muerte de pacientes] no excluye el que hubiera pr¨¢cticas que no deber¨ªan haberse llevado a cabo". De una tacada se carga G¨¹emes la teor¨ªa de las responsabilidades pol¨ªticas de la que tanto alardea su partido (el PP) para exig¨ªrselas a otros, y la presunci¨®n de inocencia, uno de los bastiones del Estado de derecho. Indigno colof¨®n de un caso que afecta al coraz¨®n de la democracia.

Es incomprensible la subasta impositiva cuando la sanidad p¨²blica se desborda por todas las costuras

Recordemos el asunto: la Audiencia Provincial de Madrid ha archivado el bulo de las sedaciones de Legan¨¦s y ordena retirar cualquier alusi¨®n a la mala pr¨¢ctica de los 14 m¨¦dicos de urgencias del Severo Ochoa acusados de matar a 400 pacientes terminales a trav¨¦s de sedaciones irregulares. El anterior responsable de la sanidad madrile?a, Manuel Lamela -siempre legitimado por las declaraciones p¨²blicas de Esperanza Aguirre-, acus¨® a los m¨¦dicos, remiti¨® a la fiscal¨ªa una denuncia an¨®nima, los depur¨® de sus puestos de trabajo y los crucific¨® medi¨¢ticamente sobre todo a trav¨¦s de la radio de la Inquisici¨®n. Esto es lo que por extensi¨®n se denomina macartismo, en alusi¨®n a las pr¨¢cticas pol¨ªticas que el senador McCarthy desencaden¨® en EE UU, entonces contra los sospechosos de comunismo: delaciones, denuncias falsas, procesos irregulares y listas negras. Para que la analog¨ªa con el macartismo fuese completa, falta su final: McCarthy fue censurado y acusado de "conducta impropia de un miembro del Senado". Al conocer la decisi¨®n de la Audiencia, Aguirre s¨®lo alcanz¨® a balbucear: "No tengo nada personal contra esas personas... Se har¨¢ lo que haya que hacer".

M¨¢s all¨¢ del debate sobre la eutanasia, que explica ideol¨®gicamente por qu¨¦ se fabric¨® este falso caso por parte de los neocons castizos, y m¨¢s all¨¢ de las consecuencias que la cruzada de los dirigentes madrile?os del PP ha tenido sobre las actuaciones m¨¦dicas (que, atemorizadas, han dificultado, durante muchos meses, una muerte digna en las unidades de urgencia de los hospitales), el caso de Legan¨¦s debe servir para poner los focos sobre la situaci¨®n de la sanidad p¨²blica. Es incomprensible que los dos grandes partidos se confronten mediante una continua subasta a la baja de los impuestos, cuando este pilar del Estado del bienestar observa c¨®mo se rompen todas sus costuras y no da m¨¢s de s¨ª a pesar del esfuerzo de sus profesionales. Pocas veces la sanidad p¨²blica madrile?a ha estado peor y m¨¢s corta de medios con relaci¨®n a la poblaci¨®n que ha de atender. Descontada la pol¨ªtica de inauguraciones propagand¨ªsticas, el esfuerzo ha ido por detr¨¢s de las necesidades. En un pa¨ªs con un super¨¢vit de m¨¢s del 2% del PIB.