Cebo tomatero

Admit¨¢moslo. Todos hemos entrado al trapo del r¨¦quiem tomatero y hay que felicitar a los linces de la cadena espa?ola de Berlusconi, que en su pen¨ªnsula no se atreve a producir espacios como Aqu¨ª hay tomate por p¨¢nico a la Autorit¨¤ e Garanzie nella Communicazioni italiana, por habernos hecho tragar el enorme cebo de la falsa muerte s¨²bita del programa s¨ªmbolo de la telebasura europea; y digo bien, que ning¨²n pa¨ªs de la UE se atrever¨ªa ahora mismo a emitir un programa as¨ª, sobre todo en horario de protecci¨®n infantil. Entre la movilizaci¨®n de sus incondicionales y pla?ideros (exactamente 3.197.000 espectadores: 25,1% de share) y las tambi¨¦n masivas celebraciones de enorme j¨²bilo que estos d¨ªas ocuparon nuestros medios, todo el pa¨ªs ha (hemos) participado de una manera u otra en la puesta en escena de estas falsas honras f¨²nebres organizadas por el genial departamento de marketing de Tele 5.

Porque el programa que invent¨® y populariz¨® los cebos televisivos (en rigor, carnadas) a costa de la intimidad de los famosos fue sencillamente el ¨²ltimo anzuelo para hacernos picar en las aguas turbias de la futura mierda que prepara la cadena. Lo dijeron ellos mismos: el programa, especialmente despu¨¦s del ¨¦xito funeralicio, regresar¨¢ a nuestras pantallas con el mismo equipo e id¨¦nticas intenciones period¨ªsticas, aunque con un nuevo t¨ªtulo (Mercedes Mil¨¢ propuso en el r¨¦quiem sustituir el tomate por el pimiento) y con toda probabilidad cambiando de horario, para no estar tan fuera de la ley europea.

Y si de lo que trataba en este falso funeral tan pendenciero e id¨¦ntico a sus populares y muy imitados falsos cebos televisivos s¨®lo era hacer el marketing de la futura met¨¢fora vegetal dominante en el pa¨ªs, pues propongo a Tele 5 como indiscutible TP de Oro del pr¨®ximo a?o, secci¨®n cebos de autopromoci¨®n.