Indemnizaci¨®n tard¨ªa

"La justicia que llega tarde no es justicia", le gustaba decir a Guillem Vidal, ex presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a. Carmen C. piensa igual que ¨¦l. Cuando van a cumplirse 22 a?os de la muerte de su esposo a causa de una negligencia m¨¦dica, acaba de cobrar el segundo plazo de una indemnizaci¨®n. En total ser¨¢n 103.070 euros para ella y para sus tres hijos, que ten¨ªan 2, 9 y 11 a?os cuando ocurrieron los hechos.

"Mi marido era lampista, tuvimos que cerrar el peque?o negocio familiar y ponerme a trabajar para salir adelante. Era entonces cuando me hac¨ªa falta el dinero", comenta la mujer.

Sucedi¨® en el Hospital Municipal de Badalona, el 13 de junio de 1986, donde Francisco C. fue sometido a una intervenci¨®n quir¨²rgica de puro tr¨¢mite para desviarle el tabique nasal. Ten¨ªa 36 a?os y pesaba 110 kilos, por lo que sufr¨ªa serias dificultades para respirar. La operaci¨®n fue bien, pero durante el posoperatorio sufri¨® un problema respiratorio y el anestesista que deb¨ªa estar a su cuidado no reaccion¨® con suficiente rapidez. El enfermo entr¨® en coma y falleci¨® el 29 de julio de 1986.

Los hijos ten¨ªan 2, 9 y 11 a?os al morir el padre. Ahora ya est¨¢n emancipados

La mujer ten¨ªa entonces 29 a?os y tres hijos peque?os. Aparte de atender el hogar, sali¨® a trabajar en tareas de limpieza dom¨¦stica. Con eso y la pensi¨®n de viudedad, que tard¨® seis meses en cobrar, pudo criar a los ni?os.

A las pocas semanas present¨® denuncia por la v¨ªa penal y en 1994 la Audiencia de Barcelona absolvi¨® a los m¨¦dicos, si bien la sentencia suger¨ªa que se acudiera a la v¨ªa civil. Y eso es lo que hizo la mujer. En enero de 1997 el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 3 de Badalona le dio la raz¨®n y le reconoci¨® el derecho a cobrar una indemnizaci¨®n de 10 millones de pesetas (60.000 euros) a repartir entre la madre y los hijos.

"En la medicina moderna es inconcebible que un solo m¨¦dico se ocupara de todo, siendo imprescindible el trabajo en equipo, de manera que cada especialista tiene encomendada su propia labor de intervenci¨®n, siendo la del anestesista anterior y posterior a la del cirujano", recordaba aquella sentencia. El juez consider¨® que la causa de la muerte hab¨ªa que buscarla en la actuaci¨®n del anestesista, quien, adem¨¢s, tard¨® unos minutos en alertar al cirujano de la complicaci¨®n que estaba sufriendo el enfermo.

Sin embargo, la Audiencia de Barcelona opin¨® de manera distinta y el 17 de diciembre de 1999 absolvi¨® al hospital y a todos los m¨¦dicos por entender que no se pudo demostrar que hubiera actuaci¨®n negligente. La mujer recurri¨® entonces al Tribunal Supremo y en el mes de mayo de 2007 le dieron de nuevo la raz¨®n y confirmaron la condena inicial de 60.000 euros. Como el tiempo transcurrido ha sido tan elevado, al final se han sumado m¨¢s de 40.000 euros de intereses, que la mujer ya cobr¨® el verano del a?o pasado.

El resto del dinero le fue entregado por su abogado, Rafael N¨²?ez, hace unos d¨ªas. La mujer tiene ahora 50 a?os y los tres hijos, de 23, 30 y 32 a?os, ya se han emancipado. "Est¨¢ claro que el m¨¦dico no quiso la muerte, pero tuvo que haber sido m¨¢s r¨¢pido", dice la viuda. Como la justicia. "Despu¨¦s de tantos a?os de democracia seguimos con una justicia lenta que sigue dando la espalda a un derecho constitucional como es un proceso judicial sin dilaciones", concluye el abogado.