Medidas en vivo cambian el c¨¢lculo del efecto de campos magn¨¦ticos
No es lo mismo calcular el efecto de un campo magn¨¦tico sobre los distintos elementos de un organismo -en forma de corriente el¨¦ctrica que los recorre- cuando ¨¦ste est¨¢ vivo que cuando est¨¢ muerto. Es la conclusi¨®n a la que ha llegado un estudio de cient¨ªficos y m¨¦dicos espa?oles, que han efectuado los primeros experimentos concluyentes en vivo de las corrientes inducidas por campos magn¨¦ticos sobre animales de experimentaci¨®n, en este caso cerdos. Los valores obtenidos de conductividad de los distintos ¨®rganos y sistemas del cuerpo resultan sistem¨¢ticamente mayores que los de los modelos que se ven¨ªan utilizando en el mundo hasta ahora.
La corriente inducida no sobrepasa las recomendaciones
La raz¨®n es que estos valores se obten¨ªan de ¨®rganos extra¨ªdos tras la muerte, cuyas caracter¨ªsticas el¨¦ctricas son distintas por la degradaci¨®n que sufren, creen los especialistas espa?oles, del Instituto de Magnetismo Aplicado Salvador Velayos (IMASV) y el hospital Puerta de Hierro de Madrid. Con estos datos se ha elaborado un modelo num¨¦rico para el cerdo. Extrapolando estos experimentos al cuerpo humano se ha obtenido el objetivo final del proyecto, encargado por Red El¨¦ctrica de Espa?a: la propuesta de un modelo para el cuerpo humano que permita, con simulaciones, comprobar que los operarios no van a estar sometidos a corrientes superiores a las recomendadas por los organismos internacionales.
Los campos magn¨¦ticos de los que estamos rodeados continuamente representan un riesgo potencial, que la sociedad quiere minimizar, a pesar de que su efecto sobre la salud no ha sido demostrado. Por el principio de precauci¨®n, en Europa se han establecido recomendaciones para limitar la exposici¨®n, en forma de topes m¨¢ximos para la corriente inducida por el campo magn¨¦tico en el cuerpo humano (10 miliamperios por metro cuadrado) y para el campo magn¨¦tico en s¨ª (500 microteslas).
El cuerpo humano est¨¢ compuesto en su mayor parte por l¨ªquido con iones en disoluci¨®n (t¨¦cnicamente un electrolito). Los campos electromagn¨¦ticos de baja frecuencia pero alta intensidad dan lugar a la aparici¨®n de corrientes el¨¦ctricas inducidas, con el consiguiente aumento de temperatura y, en casos extremos, a la alteraci¨®n de los potenciales que regulan el funcionamiento del coraz¨®n o los impulsos nerviosos, explican los cient¨ªficos. En el modelo se han representado los ¨®rganos principales: cerebro, coraz¨®n, pulmones, ri?ones, h¨ªgado y m¨¦dula, as¨ª como los sistemas circulatorio y nervioso central.
A pesar de que la densidad de corriente inducida real en los distintos ¨®rganos es superior, seg¨²n estos experimentos, a la que se manejaba hasta ahora en la mayor¨ªa de los modelos, no sobrepasa en ning¨²n caso (para el campo electromagn¨¦tico m¨¢ximo), los valores recomendados, explica Guillermo Rivero, del IMASV, que ha dirigido el proyecto. Solamente en la m¨¦dula espinal y en una situaci¨®n espec¨ªfica de exposici¨®n se alcanza el l¨ªmite.
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