Debate en Holanda por una confesi¨®n con c¨¢mara oculta

Siete millones de espectadores holandeses contemplaron el pasado domingo la confesi¨®n, grabada con una c¨¢mara oculta, de un joven compatriota que admiti¨® haber lanzado al mar en 2005 el cuerpo de una joven estadounidense fallecida en sus brazos. El chico se llama Joran van der Sloot y era el principal sospechoso de la desaparici¨®n de la turista Natalee Holloway en Aruba, en el antiguo Caribe holand¨¦s.

La justicia local cerr¨® el caso por falta de pruebas, pero la habilidad de Peter R. de Vries, periodista de sucesos, ha logrado un testimonio que ha desembocado en la reapertura del sumario. Ahora, los fiscales se preparan para acusar a Joran de asesinato, o bien de homicidio, en cuanto aclaren un dato sobrecogedor escuchado en la grabaci¨®n: no comprob¨® si Natalee estaba muerta antes de arrojarla al mar.

Sin negarle la maestr¨ªa del trabajo period¨ªstico -emitido por la cadena comercial RTL4-, Holanda entera se ha enzarzado en una discusi¨®n sobre la ¨¦tica de una confesi¨®n de esta ¨ªndole. Los detractores reniegan de las c¨¢maras ocultas porque alientan los "juicios paralelos" y predisponen a un linchamiento moral. El debate ha llegado al Parlamento, pero De Vries, que se vali¨® de un c¨®mplice para que congeniara con el joven y as¨ª poder grabar el testimonio en un coche, se ha convertido en el hombre del momento. En Holanda y en Estados Unidos.