Otra gala

Tras los Goya, los Max de teatro. La gala tuvo un aire dom¨¦stico. Los guionistas hicieron una broma sobre la huelga de sus colegas norteamericanos, pero no les habr¨ªa ido mal una ayudita suya para levantar la ceremonia y el punteo de los supuestos gags. Lo mejor, al margen de los premios, es que son unos galardones que reconocen la Espa?a multiling¨¹e. La gala, patrocinada por la SGAE, empez¨® con una alusi¨®n reivindicativa de Eduardo Bautista a las turbulencias que vive la propiedad intelectual, pero quien cit¨® el canon digital fue una mendicante pidi¨¦ndoles limosna del dinero que recaudan.

Eso fue en La 2. En Antena 3, estreno de F¨ªsica o qu¨ªmica, con anticipo en los tel¨¦fonos m¨®viles y en Internet. El primer episodio se pod¨ªa ver en la Red en seis entregas, para aligerar el streaming, y sin la fanfarria y publicidad del estreno digital de Los hombres de Paco. Es una serie sobre profesores y alumnos con un reparto m¨¢s s¨®lido en el lado docente. El problema es que no se vio nada que no se haya visto. El aulario televisivo quiz¨¢s sea el subg¨¦nero menos original. Desde luego, mucho menos que algunas series de m¨¦dicos o polic¨ªas. Da la sensaci¨®n que el ¨²nico remedio narrativo en este tema es escapar hacia la s¨¢tira y el estereotipo deforme, como el Wilt de Sharpe. F¨ªsica o qu¨ªmica no va por aqu¨ª. El cap¨ªtulo empez¨® con una crisis y termin¨® con un suicidio para se?alar que la cosa no va de guasa.

Est¨¢ el repertorio habitual: alumno facha, alumno v¨ªctima, maestra timorata, otra con muchos recursos... Es un tema dif¨ªcil. Muchos padres delegan en la escuela la tarea de educar, no s¨®lo la de ense?ar, y no saben qu¨¦ pasa all¨ª dentro. No es de extra?ar, pues, que en F¨ªsica o qu¨ªmica apenas salgan las familias de la troupe acad¨¦mica. Para dar vida a estas aulas televisivas hay que recopilar conflictos. La aut¨¦ntica aventura de ense?ar y aprender, cuando la hay, sigue siendo poco visible.