Parejo, el futbolista de barrio
La gran promesa del Madrid, que jugaba en un parque esquivando farolas, cautiva a Di St¨¦fano
"?Sabes que tienes loco a Alfredo di St¨¦fano?", le dijo Ram¨®n Calder¨®n cuando volvi¨® del Europeo sub 19, en el que hab¨ªa marcado el gol decisivo para el triunfo de Espa?a en la final. ?l, pelo rizado hasta los hombros y sonrisa p¨ªcara, es Daniel Parejo, la nueva promesa de la cantera blanca: "S¨ª, algo me han dicho... Pero los domingos viene a vernos a todos, no s¨®lo a m¨ª". No sabe que el m¨ªtico ex jugador del Madrid le piropea a menudo, ment¨®n apoyado sobre su inseparable bast¨®n: "?Vamos, ch¨¦, que sos muy bueno!". Otra cosa es cuando le preguntan p¨²blicamente por el centrocampista, de 18 a?os: "Es un fen¨®meno, pero no quiero darle demasiada bola. A ver si se lo cree y no hace nada". Esta semana ya se ha entrenado con el primer equipo.
Parejo naci¨® y creci¨® en Coslada. Hasta que, con 14 a?os, le descubri¨® Sito, ex ojeador del Madrid ahora en el Levante. "Extraordinaria calidad t¨¦cnica, gran visi¨®n del juego y un manejo del bal¨®n divino. Tiene un juego tan vistoso que hace que incluso los que no saben de f¨²tbol se fijen en ¨¦l. S¨®lo tiene que mejorar en el cambio de ritmo", afirma. "Es el cl¨¢sico futbolista de barrio, de los que aprenden r¨¢pidamente todos los escondites del f¨²tbol", dice Michel, que le hizo debutar en el Castilla con 17 a?os.
"Para m¨ª, ser futbolista de barrio es bajar siempre al mismo parque y jugar sin comodidades. Cuando era peque?o, las porter¨ªas eran dos ¨¢rboles y hab¨ªa que tener mucho cuidado. Una vez me di una hostia chocando contra una farola", cuenta Parejo, que todos los d¨ªas, despu¨¦s de comer, baja al bar de toda la vida a tomar un caf¨¦: "Es el ritual de siempre".
Tiene tatuado su nombre en ¨¢rabe en el brazo derecho. Ha acabado el entrenamiento hace media hora. Todav¨ªa no ha pasado por la ducha. Pero de lo ¨²nico que se queja es de que el pelo no le crece r¨¢pido. "Lo llevaba m¨¢s largo. Me lo cort¨¦ en enero y no hay forma. Esto es peor que las mujeres", bromea. Le encanta la m¨²sica de discoteca, la prensa deportiva, los libros -"s¨®lo si son de f¨²tbol"- y tiene miedo a la altura y a quedarse encerrado en los ascensores. "Ni de co?a me subir¨ªa al faro de la Moncloa. Y el ascensor, lo justito. En casa vivimos en un tercero y siempre subo andando", confiesa.
El mi¨¦rcoles estuvo a las ¨®rdenes de Bernd Schuster. Pero se encoge de hombros, como si le diera igual. Quiz¨¢s, porque siempre ha quemado etapas. Siempre ha jugado con gente mayor. Desde que, con seis a?os, su padre decidiera hacerle una ficha falsa para que pudiera jugar: "En Coslada no hab¨ªa equipos para menores de ocho. Y mi padre pidi¨® al Espinilla, en el que ¨¦l hab¨ªa jugado, que me dejaran entrenarme con ellos". Tardaron dos semanas en falsificar su fecha de nacimiento. Por aquel entonces, su abuela Ana ya era su fan n¨²mero uno. Ahora, con 76 a?os, no se pierde ni un partido: "?Ni los de fuera! Nunca me ha resultado inc¨®modo jugar con gente mayor. Meten m¨¢s ¨ªmpetu y les jode mucho si les ganas. Cuando pasa, la satisfacci¨®n es mayor".
Parejo, que de peque?o era del Atl¨¦tico -"culpa de mi t¨ªo y de mi primo"-, empez¨® como delantero. Le gusta Maradona "por c¨®mo tiraba las faltas"; Cristiano Ronaldo y Robinho, imparable en el uno contra uno. "Pero, si tengo que elegir, quiero ser como Guti", revela. A Mand¨ªa, su t¨¦cnico en el Castilla, le gusta que sea tan descarado. "Ve mucho el pase, en corto y en largo, para que los dem¨¢s finalicen. Si mejora defensivamente y en el juego a¨¦reo, va a ser un jugador muy completo", resume.
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