Bullock culmina un reparto coral

Parec¨ªa que la cosa no fuera con ¨¦l. Hasta que lleg¨® el momento de la verdad. Louis Bullock zanj¨® la cuesti¨®n con una naturalidad pasmosa y despach¨® al correoso Akasvayu Girona de Marc Gasol.

La labor de ali?o del escolta estadounidense se complement¨® con la brega de un equipo, el Real Madrid, alejado de todo divismo, en el que prima el trabajo colectivo y la seriedad. Posee figuras pero ninguna de ellas se permite la m¨¢s m¨ªnima tonter¨ªa y s¨®lo alardes justos. Felipe Reyes trabaja a destajo, Ra¨²l L¨®pez maneja con soltura, Smith es una pesadilla para los rivales. Prima la austeridad. S¨®lo Bullock excedi¨® el gui¨®n colectivo de un Madrid muy serio.

Joan Plaza parche¨® las bajas de sus pesos pesados, Papadopoulos y Hamilton, d¨¢ndole cuerda al joven Aguilar y colocando un rato a Mumbr¨² de cuatro, con un poquito de all¨ª y otro de all¨¢. El traj¨ªn multiplic¨® las necesidades del Madrid bajo tableros. Marc Gasol le pod¨ªa a Felipe Reyes. Era preciso prestarle apoyo en una tarea que se adivinaba fundamental para la suerte del partido. Mumbr¨² lo pag¨® con tres faltas que lastraron su actuaci¨®n. La puesta en escena de Hervelle result¨® fundamental para que el Madrid equilibrase la contienda, de entrada muy decantada para el Akasvayu, que aprovech¨® la buena compenetraci¨®n de Gasol con Sada.

La aparici¨®n de Hervelle coincidi¨® con la de Smith, que oblig¨® mucho m¨¢s a la defensa del Akasvayu a base de penetraciones o de triples. La cuesti¨®n es que los diez puntos de renta del Akasvayu se esfumaron en un visto y no visto y hasta dio la sensaci¨®n de que el Madrid pon¨ªa la directa (33-27). Pero el Akasvayu se rehizo gracias a las peque?as aportaciones de Radenovic y las constantes de Marc Gasol, que cometi¨® su cuarta falta antes del ¨²ltimo cuarto.

La cuesti¨®n quedaba lista para que sentenciara alguien con nervios de acero, don de la oportunidad y pulso certero. El Madrid efectu¨® una demostraci¨®n de poder¨ªo t¨¢ctico en la ¨²ltima acci¨®n del tercer cuarto en la que, con 48 segundos en danza, contuvo el ataque del equipo de Girona y apur¨® hasta la ¨²ltima mil¨¦sima para lograr una canasta de Sekulic bajo el aro. Result¨® fundamental. Le permiti¨® entrar en el ¨²ltimo acto con cinco puntos de ventaja (52-47). La labor de equipo la culmin¨® Bullock, implacable en los instantes decisivos, cuando quedaban cuatro minutos y el Akasvayu todav¨ªa estaba a tiro de piedra (58-54). Nadie pudo con ¨¦l. Fresco como una rosa, tom¨® la responsabilidad de decidir y lo hizo, como si nada.