Las lecciones de sir Ben a su musa Pen¨¦lope

Da cierto respeto entrar a una habitaci¨®n a solas con este actor. Sobre todo si te advierten de que hay que llamarle sir Ben. Pero no pasa un segundo, justo el que emplea para apretar la mano e invitarte a que te sientes, para que todo se relaje. El caso es que a Berl¨ªn ha llegado este int¨¦rprete total, con dos pel¨ªculas que llevan firmas espa?olas: Transsiberian, de Brad Anderson, producida por Filmax y Elegy, de Isabel Coixet, presentada ayer con ¨¦xito en la secci¨®n oficial.

En ambas, Kingsley da un recital de profundidad y detalles que elevan las dos pel¨ªculas cuando aparece ¨¦l en escena. Son dos ejemplos de cine mestizo, cine con identidades nacionales difusas, hecho sin mirar el lugar de expedici¨®n de los pasaportes: "Mientras haya una fuerza creativa que domine en una pel¨ªcula, no importa la nacionalidad que consta en los t¨ªtulos", comenta Kingsley.

As¨ª fue en Transsiberian con Woody Harrelson o Eduardo Noriega junto a ¨¦l en el reparto y as¨ª ocurre en Elegy, adaptaci¨®n de El animal moribundo, de Philip Roth, donde comparte papel con Pen¨¦lope Cruz. Juntos desarrollan esta historia de amor loco entre un profesor de literatura maduro y una estudiante cubana explosiva. "Los personajes adquirieron tanta vida en el rodaje, Isabel es una persona tan sensible, que Pen¨¦lope y yo tuvimos que ser muy generosos y entregarnos al m¨¢ximo", comenta Kingsley.

Sobre todo en las escenas m¨¢s t¨®rridas. "Hubo mucha intimidad en ellas. Y cuando una directora, al acabar la toma, ves que est¨¢ llorando, comprendes que debes entregarte completamente al trabajo. Eso no ocurre casi nunca", asegura el ganador de un oscar por Ghandi.

Ayer, Coixet y Pen¨¦lope Cruz no ahorraron adjetivos para el maestro Kingsley. "Es un monstruo", afirm¨® la actriz espa?ola.