Sublime Guti, demoledor Madrid

El Madrid sac¨® el martillo y sell¨® la goleada de la Liga con una suficiencia extraordinaria, con un preciso ejercicio de demolici¨®n que convirti¨® en un mu?eco de trapo a un rival que se maquill¨® con exceso para jugar en Chamart¨ªn. Ni siquiera le hicieron falta los noventa minutos porque la primera media hora se entreg¨® al Valladolid, que le hizo un rondo tan valiente y vistoso como poco efectivo. Mientras su adversario tutelaba el juego, el Madrid ni se inmut¨®. Sostenido por los estacazos de Sergio Ramos, ayer central, el equipo se mantuvo a la espera de alg¨²n chispazo. Este equipo no necesita grandes ¨®peras. Con el Valladolid sin complejos y muy lejos de su cueva, apareci¨® Guti, al que el grupo de Mendilibar descuid¨® de forma incomprensible. Si Guti llevaba un curso brillante, lo de ayer fue sublime: dos goles, cuatro asistencias y un pase de penalti, un registro s¨®lo al alcance de los elegidos por mucho que a¨²n queden solistas en contra de este virtuoso futbolista.

El repertorio empez¨® cuando m¨¢s apretaba el equipo pucelano. S¨®lo hab¨ªa planos de Casillas y sus defensas, Marcelo pasaba un calvario ante Sisi, V¨ªctor anudaba a un contrario tras otro... De repente, Guti se ali¨® con Robben, que al inicio jug¨® por la derecha, y el holand¨¦s conect¨® con Baptista, que lleg¨® a su manera, como un panzer, y super¨® al joven Asenjo. El Valladolid se sinti¨® aturdido, convencido de que nada hab¨ªa hecho para merecer un azote en el primer remate de su contrincante. Salvo liberar a Guti, lo que condena a cualquiera. Una semana antes, Juanito, del Almer¨ªa, le hab¨ªa puesto los grilletes y al Madrid se le fue la luz. Mendilibar fue m¨¢s all¨¢ de ese encomiable atrevimiento que distingue a los equipos espa?oles, tengan o no galones.

El gol de Baptista no alter¨® el gui¨®n del conjunto castellano, que a la media hora ya hab¨ªa sacado desde la esquina media docena de veces. Tampoco el del Madrid, que desde su propia trinchera convirti¨® en gol cada asalto a Asenjo. El Valladolid no s¨®lo desatendi¨® a Guti, sino que, con su defensa a kil¨®metros de su portero, homenaje¨® al rubio centrocampista, que una y otra vez ajust¨® la pelota en la nuca de los defensas morados. No hab¨ªa noticias de Ra¨²l, de ariete puro por la lesi¨®n de Van Nistelrooy, hasta que Guti le hizo un gui?o. El capit¨¢n tir¨® el desmarque a espaldas de los centrales y, tras sentar al meta rival, anot¨® el 2-0. Para entonces, el Madrid ya hab¨ªa perdido a Robinho, lastimado al principio, su delantero m¨¢s h¨¢bil, el m¨¢s capacitado para agrietar defensas en los ¨²ltimos metros. A falta de Robinho, irrumpi¨® el mejor Robben que ha visto Chamart¨ªn.

Hubo un tiempo en el que el ex jugador del Chelsea, asiduo paciente m¨¦dico en Londres y Madrid desde hace un par de temporadas, tambi¨¦n fue un futbolista el¨¦ctrico, escurridizo y con una zurda de toque muy delicado. Hoy no es el mismo. Las lesiones le han torturado. Pero ante el Valladolid dej¨® huellas positivas. Estuvo activo, directo y, lo mejor para su club, resisti¨® todo el combate. Si desde la derecha contribuy¨® al primer tanto, desde la izquierda anot¨® el suyo. C¨®mo no, a pase de Guti, que se regal¨® dos goles a s¨ª mismo, el segundo con cierto aire funambulista. El chico estaba tan iluminado que, tras un pase de Robben, la pelota le culebre¨® por un mal bote, pero su remate con la zurda rebot¨® en su tobillo derecho y sali¨® escupida hacia la escuadra derecha de Asenjo. Para este Guti tan aplicado no hay imposibles. Como no lo fue que el Madrid lograra cerrar un tiempo con un 5-0, lo que no consegu¨ªa desde hace 48 a?os. Como no result¨® extra?o, en una tarde con todos los duendes a favor, que Drenthe acentuara su versi¨®n mejorada de los ¨²ltimos tiempos.

El Madrid, con ese aire de peso pesado que le encumbra, dinamit¨® cualquier sospecha tras su patinazo en Almer¨ªa. Lo hizo a lo grande, sin Van Nistelrooy ni Robinho, junto a Ra¨²l sus mejores pu?ales, detalle que amplifica a¨²n m¨¢s su estruendosa goleada. Los secundarios se sintieron parte de la caballer¨ªa, el Bar?a est¨¢ otra vez fuera de ¨®rbita y el equipo complaci¨® a Schuster como nunca. Al inicio de la Liga, el alem¨¢n lleg¨® a comparar al Madrid con Federer.