Menguante Espanyol

Tan encogido como destartalado, el Espanyol perdi¨® la competitividad en el peor momento. Exigido por los resultados para aguantar el tir¨®n de Europa, tropez¨® como casi siempre contra un adversario de menor envergadura. Tiene un gen extra?o este Espanyol, que se crece, aprieta y derrota a los mejores, pero que se diluye y desdibuja ante los d¨¦biles. Apocado el Recreativo en la Liga, tanto que incluso destituy¨® a V¨ªctor Mu?oz la semana pasada tras sumar siete jornadas sin ganar, resurgi¨® con ¨ªmpetu en Montju?c. Y lo hizo con una f¨®rmula bien simple: presi¨®n avanzada, l¨ªneas apretujadas y juego sin entretenimientos. Ante el Espanyol, incapaz de gobernar el duelo, result¨® de perlas. Sinama cobr¨® capital importancia en la punta de ataque con dos dianas y resolvi¨® la contienda.

Zambrano no retoc¨® muchas piezas en comparaci¨®n con su predecesor en el banquillo. Pero vari¨® dos detalles que azuzaron al equipo: Camu?as como trescuartista y Sinama como referente en el ¨¢rea rival. Qued¨®, entonces, una columna vertebral estupenda que apenas ofreci¨® fisuras. C¨¢ceres orden¨® con suficiencia desde atr¨¢s, Martins reajust¨® las l¨ªneas en la medular, Camu?as lanz¨® pases interiores de maestro y Sinama remach¨® todo lo que toc¨®. Las alas, un tanto desvencijadas, fueron lo de menos. Entre otras razones, porque el Recre propone un f¨²tbol sin distracciones. De pocos toques y demasiados balones largos a la carrera de Sinama. El marcaje de Lacruz y Torrej¨®n, lentos por definici¨®n, fue horrible y se convirti¨® en lo m¨¢s parecido a una parodia propia de Benny Hill. As¨ª, Sinama se plant¨® delante de Casilla, con los escuderos sofocados por detr¨¢s, en cuatro ocasiones. En una tir¨® el bal¨®n a las nubes; en la siguiente, al palo, y en las dos ¨²ltimas, al fondo de la red. Primero se revolvi¨® en el ¨¢rea tras la complacencia de la zaga blanquiazul. Despu¨¦s punte¨® un centro de Poli, que se recorri¨® el costado izquierdo sin interrupci¨®n.

M¨¢s arrugado se bati¨® el Espanyol, que se atasc¨® con el cuero y sin ¨¦l. En la defensa, descompensado en los marcajes, le sonroj¨® Sinama. En el ataque, aletargado y carente de ideas, adoleci¨® tanto de la salida de la pelota desde atr¨¢s como del pase definitivo. Pero Ewerthon -supli¨® a Jonathan, que dej¨® el campo mareado-, en una jugada suelta, puso la rodilla y recort¨® distancias.

En el segundo acto, quiz¨¢ arrepentido por sus flaquezas, reaccion¨® el equipo blanquiazul, que se apoy¨® en los costados y filtr¨® con insistencia los pases interiores al correcaminos Ewerthon. Riera, tambi¨¦n desperezado, se reencontr¨® con su f¨²tbol de desborde por la banda hasta el fondo. No fue, en cualquier caso, la respuesta suficiente. El Recre se agrand¨® al tiempo que rebajaba al Espanyol.