El Tour veta a Contador
En una decisi¨®n sin precedentes, la carrera francesa castiga al Astana en medio de su guerra con la UCI
El Tour de Francia dio ayer una patada a la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) y a Johan Bruyneel en el trasero de Alberto Contador, el corredor de Pinto a quien priv¨® de su derecho de defender en 2008 su triunfo en la edici¨®n de 2007. Es la primera vez en sus 105 a?os de historia que la grande boucle decide no dejar participar al equipo del ganador del a?o anterior.
Una medida excepcional, que va contra el c¨®digo gen¨¦tico de cualquier competici¨®n deportiva, que no responde a ninguna situaci¨®n excepcional. M¨¢s tiene que ver en ello la situaci¨®n de guerra abierta entre ASO, la empresa organizadora del Tour, que reclama su derecho a hacer con su carrera lo que le viene en gana, y la UCI, la federaci¨®n internacional que quiere regular la leyes del ciclismo. Entre medias, Bruyneel, el director que recibe el castigo demorado por los siete Tour ganados por Lance Armstrong, a quien el Tour considera sospechoso.
"Es una decisi¨®n injusta y basada en el pasado del equipo", afirma Contador
Los organizadores no invitar¨¢n a la formaci¨®n kazaja a ninguna prueba
A trav¨¦s de V¨ªctor Cordero, director de la Vuelta, aliado del Tour en su lucha contra la UCI y presidente de la Asociaci¨®n Internacional de Equipos, Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, hizo llegar a la direcci¨®n del Tour su "protesta firme" por lo que considera una "injusticia". "No se puede privar a un campe¨®n de su derecho a defender su t¨ªtulo", dijo Lissavetzky. "Y m¨¢s sin ninguna raz¨®n. Si tienen alg¨²n control, alg¨²n motivo m¨¢s all¨¢ que la coincidencia de nombre entre su equipo y el que el a?o pasado acogi¨® a Vinok¨²rov y Kasheckin, que lo digan".
Cordero adelant¨® a Lissavetzky a las 13.30 una decisi¨®n que el Tour hizo p¨²blica a las 15.00. "Lamentamos la decisi¨®n del Tour. Una gran competici¨®n deportiva debe tener siempre claros y regulados sus criterios de participaci¨®n para no dejarlo todo al capricho de su organizador", a?adi¨® Lissavetzky, quien las dos ¨²ltimas semanas ha intentado hacer gestiones para solucionar un conflicto que coloca a la Vuelta en una dif¨ªcil situaci¨®n ante sus socios. De hecho, Cordero se apresur¨® a anunciar que tanto Astana como Contador tienen las puertas abiertas en la ronda espa?ola, un anuncio que desnuda el criterio ¨¦tico supuestamente utilizado por el Tour contra Contador. El Giro, el tercer miembro de la santa alianza de organizadores, ya anunci¨® la semana pasada que no contaba con el Astana.
Christian Prudhomme justific¨® la decisi¨®n de no invitar al Astana, el equipo dirigido por Bruyneel, en el da?o a la imagen de la carrera por el conjunto, al que el Gobierno de Kazajist¨¢n financia con unos 15 millones de euros anuales. "No se pueden borrar dos a?os con un solo trazo", dijo Prudhomme.
Hablando de "dos a?os de problemas", Prudhomme se refer¨ªa a las ediciones de 2006 y 2007, en las que el Astana 1.0, la versi¨®n dirigida por Manolo Saiz, el de la Operaci¨®n Puerto, y el Astana 2.0, el del suizo Marc Biver y Vinok¨²rov, expulsado por el positivo del campe¨®n kazajo, llenaron las p¨¢ginas de sucesos de la carrera. Sin embargo, el Astana 3.0, el de Bruyneel y Contador, como precis¨® Lissavetzky, s¨®lo coincide con los anteriores en el nombre. "Hemos reducido pr¨¢cticamente a cero las posibilidades de tener un problema", aseguran en el equipo.
En el empe?o, el equipo de Bruyneel ha invertido 300.000 euros en un programa de control interno, aparte de otros 120.000 entregados a la UCI para la puesta en marcha del pasaporte biol¨®gico y 60.000 m¨¢s para un plan inform¨¢tico de localizaci¨®n. "La orina congelada de Armstrong entre 2000 y 2005 se ha analizado m¨²ltiples veces, igual que la de Contador del ¨²ltimo Tour, con resultado negativo".
"Si Contador cambiara de equipo, podr¨ªa correr el Tour", asever¨® Prudhomme. Esta alternativa no entra dentro de los c¨¢lculos del corredor, no s¨®lo porque supondr¨ªa una fuerte p¨¦rdida econ¨®mica, sino por su sentido de la responsabilidad con su equipo. "Es una decisi¨®n injusta y basada en el pasado del equipo", lament¨® el ciclista de Pinto. "No quer¨ªa creer en esta posibilidad", a?adi¨® Contador, que participa en la Vuelta a Mallorca y que se escap¨® para protestar contra la exclusi¨®n.
El Caisse d'?pargne protegi¨® la escapada, Valverde templ¨® al pelot¨®n, pero los franceses de La Fran?aise des Jeux decidieron tirarla abajo. "Correr el Tour es mi sue?o", dijo Contador. "El martes estuve de 10 a 10 en el vel¨®dromo de Palma trabajando mi posici¨®n en la contrarreloj con la ¨²nica idea de mejorar en el Tour. Ahora tendr¨¦ que replantearme el calendario e ir a la Vuelta, donde intentar¨¦ ganarme el aplauso de todos".
Una historia de amor interrumpido
Alberto Contador ha ganado un Tour, ha corrido dos y, si el destino, la justicia po¨¦tica, no lo remedia, ha dejado de correr tres contra su voluntad. Los a?os pares no est¨¢n hechos precisamente para que el amor del chico de Pinto por la grande boucle, simbolizado ayer por su escapada en Mallorca, en su primera carrera del a?o, cerrada a cuatro kil¨®metros de la meta con el grito reivindicativo "?Astana al Tour!". Tampoco le ayuda mucho su relaci¨®n profesional con personas que la direcci¨®n del Tour cree indeseables. Todo ello le ha convertido en protagonista de situaciones absolutamente excepcionales, tanto como su extraordinaria victoria en 2007. Tanto como su historia de amor interrumpido con la mejor carrera del mundo.
En 2004, Alberto Contador ten¨ªa 21 a?os y estaba como loco por debutar en el Tour. Su director, Manolo Saiz, ya le hab¨ªa comunicado que contaba con ¨¦l cuando, en el mes de mayo, sufri¨® un aneurisma cerebral y una ca¨ªda durante una etapa de la Vuelta a Asturias. Tras una recuperaci¨®n en la que muy pocos, salvo ¨¦l, cre¨ªan, Contador volvi¨® en 2005 al ciclismo. M¨¢s fuerte, m¨¢s decidido que antes a¨²n. Logr¨® debutar en el Tour. Se enamor¨® m¨¢s a¨²n de una carrera cuya leyenda, el mito, ya le hab¨ªa enganchado desde que era un juvenil zanquilargo al que llamaban Pantani por lo bien que se le daba escalar. Acab¨® el 31?. En el s¨¦ptimo Tour victorioso de Lance Armstrong descubri¨® el calor, los Alpes, los Pirineos, las fugas en solitario. El dolor.
El sufrimiento interno lo descubri¨® un a?o despu¨¦s en Estrasburgo, de donde sali¨® el Tour. Sali¨® sin ¨¦l, sin todo su equipo, el Astana de Manolo Saiz y Alexander Vinok¨²rov, castigado por su implicaci¨®n en la Operaci¨®n Puerto. Fue un castigo colectivo que dej¨® a Contador rehaciendo la maleta en su habitaci¨®n cuando deber¨ªa estar sudando en el pr¨®logo. Al final del a?o, de un 2006 en el que tampoco pudo participar en la Vuelta porque un ataque de epilepsia sufrido en agosto durante la Vuelta a Burgos le oblig¨® a nuevos ex¨¢menes de salud, Contador rompi¨® con Saiz. Fich¨® por el Discovery de Johan Bruyneel, el director que llev¨® a Armstrong a sus siete victorias, y en julio de 2007 regres¨® a Francia. Volvi¨® para ganar.
La iron¨ªa, y el dislate permanente en que se ha convertido el ciclismo, quiso que Bruyneel no encontrara m¨¢s patrocinador para sustituir a Discovery que los kazajos de Astana, quienes acababan de romper con su anterior equipo de gesti¨®n, el del suizo Marc Biver, tras los positivos de Vinok¨²rov y Kasheckin. Y ah¨ª est¨¢ de nuevo Contador, de azul turquesa y oro, ante la puerta cerrada del Tour.
Sus amigos, todos los que le conocen bien, dicen que por mucho que quiera al Tour, por mucho que le queme la sangre por volver en julio a las carreteras bretonas para correr el pr¨®logo vestido de amarillo y con el dorsal n¨²mero 1, Contador se mantendr¨¢ firme junto a su equipo, junto a Bruyneel.
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