"Italia es del todo incomprensible"
Ha sido la palabra del Se?or, las bendiciones de la Iglesia italiana, las que han lanzado de nuevo una pel¨ªcula peque?a al estrellato. Gracias a Dios. Fue anteayer precisamente y a tiempo para comenzar una fant¨¢stica campa?a de publicidad gratis en pleno festival de Berl¨ªn: la que le ha llovido del cielo a Caos calmo, la nueva pel¨ªcula protagonizada -que no dirigida esta vez- por Nanni Moretti, atacada ferozmente por los obispos italianos tan s¨®lo por una escena. Una secuencia caliente y salvaje en la que Moretti e Isabella Ferrari se lucen de lo lindo y en varias posturas. "Ahora toda Italia sabe que no soy un ente abstracto", asegura el cineasta.
No es que tenga nada especialmente ofensivo o blasfemo esta deliciosa f¨¢bula contempor¨¢nea sobre un padre y una hija que pierden tr¨¢gicamente a la madre. No es que la historia de este Bartleby contempor¨¢neo, un ejecutivo que decide parar y dejarlo todo por estar cerca de su ni?a cada d¨ªa, esper¨¢ndola a la puerta del colegio, se salga de madre o pueda convertirse en algo hiriente. Es de nuevo el sexo. Un momento de sexo puro y duro en la que se ve a Moretti, todo un icono intelectual de la izquierda italiana contempor¨¢nea, metido en faena y desahog¨¢ndose en un gran polvo con Isabella Ferrari.
"La relaci¨®n de la Iglesia con el sexto mandamiento es de lo m¨¢s explosiva"
"No s¨¦ por qu¨¦ los pol¨ªticos est¨¢n tan pendientes de lo que dice el Vaticano"
"Mi relaci¨®n con la prensa no es de amor/odio. Qu¨ªtenle lo del amor"
"Me gusta tratar las cosas con iron¨ªa hacia los dem¨¢s... y hacia m¨ª mismo"
Ha sido el acabose para el padre Nicolo Anselmi, encargado de los asuntos de juventud del Vaticano, que el pasado mi¨¦rcoles pidi¨® p¨²blicamente a los actores del mundo que hicieran valer su objeci¨®n de conciencia cuando un director, en este caso Antonello Grimaldi, les pidiera hacer ese tipo de cosas delante de la c¨¢mara.
Ayer, Moretti, ante un reducido grupo de periodistas, se mostr¨® sorprendido por el revuelo causado por la pel¨ªcula, que se estrenar¨¢ en Espa?a en mayo. "Ya se sabe que la relaci¨®n de la Iglesia con todo lo que rodea al sexto mandamiento es mucho m¨¢s explosiva que cualquier otro asunto. No era un secreto esta historia. Est¨¢ basada en una novela de ¨¦xito en Italia -escrita por Sandro Veronesi y ganadora del premio Strega- y la escena est¨¢ en el libro. Se sab¨ªa lo que tendr¨ªa que ocurrir. En las p¨¢ginas se describe todo con mucho detalle". Caos calmo saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo mes editado por Anagrama.
Pero es que la secuencia marca. Y Moretti lo sabe. Puede que lo que m¨¢s sorprenda es ver a este artista, que es m¨¢s un gur¨² intelectual que un sex symbol, en una actitud tan ardiente. "Para m¨ª es el modo perfecto de hacer saber al p¨²blico italiano que no soy un ente abstracto", asegura el cineasta, famoso por proyectos tan personales como Caro diario o La habitaci¨®n del hijo. "Todo el mundo sabe que Italia es del todo incomprensible, y a esto hay que a?adir que el periodismo que se hace hoy es una locura", afirma Moretti, que siempre ha tenido una relaci¨®n tensa con los medios de su pa¨ªs. "Cuando llegamos al festival se organiz¨® un revuelo por las declaraciones de este sacerdote. A m¨ª no me sorprenden y yo no quise entonces decir nada. Lo que me asombra es la histeria de los peri¨®dicos. No se les ha ocurrido otra cosa que tocarle los cojones a mi madre y llamarla a ver qu¨¦ opinaba. Ahora mi madre est¨¢ en el centro del debate en mi pa¨ªs", asegura.
Pero no es lo ¨²nico que le preocupa. "Tampoco entiendo por qu¨¦ los pol¨ªticos en Italia tienen que estar tan pendientes de lo que dice el Vaticano, por qu¨¦ se agitan tanto. Al fin y al cabo, no son m¨¢s que las man¨ªas de un Estado extranjero". Aunque cree que el integrismo cat¨®lico va a peor. "Juan Pablo II no fue un papa precisamente progresista, pero es que Ratzinger va todav¨ªa m¨¢s lejos que ¨¦l", dice.
El caso es que cualquier cosa que haga Moretti, cualquier cosa que diga tambi¨¦n tiene efectos de calado. A favor y en contra. Los pol¨ªticos le miran con recelo. La prensa le atosiga. "No existe una relaci¨®n amor-odio entre los medios y yo. De esa parte hay que quitar el amor". Pero la escena de marras le va a costar cara entre sus incondicionales tambi¨¦n. "He recibido dos cartas de admiradoras en las que me dicen que lo nuestro se termin¨®. Que hemos roto", comentaba ayer.
Para Moretti, Caos calmo ha sido un buen regalo. "Me ha permitido concentrarme en mi trabajo como actor. Cuando dirijo, produzco y hago el gui¨®n acabo muy cansado, me agobio y me angustio much¨ªsimo". Aun as¨ª, esta pel¨ªcula que ha tocado la fibra de los espectadores en Berl¨ªn, es puro Moretti. Respira la filosof¨ªa y el estilo de este artista controvertido y especial, por los cuatro costados y su participaci¨®n en el gui¨®n se nota. "Me gusta tratar las cosas con iron¨ªa, hacia los dem¨¢s, pero sobre todo conmigo mismo", asegura.
Muchos ven relaci¨®n directa con La habitaci¨®n del hijo. La exploraci¨®n de la vida junto al dolor, es de nuevo uno de los temas de Caos calmo. Tambi¨¦n otros. "No quisiera que esta pel¨ªcula hiciera recordar la otra, lo temo, pero es normal que sea as¨ª. Entonces contaba la desintegraci¨®n de una familia por culpa de una p¨¦rdida. Ahora, la relaci¨®n es constructiva".
Pero sexo y pol¨¦micas aparte, Caos calmo explora otros asuntos cruciales. Se trata de una emotiva historia de un padre en crisis. La historia de un hombre que se apea del mundo y se hace due?o de la plaza donde est¨¢ el colegio de su hija. All¨ª traslada la oficina al coche, aconseja como un padrone a quien se acerca a verle y muere solo de pensar que alg¨²n d¨ªa ya no ser¨¢ h¨¦roe en su propia casa. Toca y remueve sentimientos a la manera de las tragicomedias cl¨¢sicas italianas.
Moretti comprende y da una dimensi¨®n de grandeza a su personaje. "Todos hemos querido alguna vez parar; retirarse, detener el tiempo, es lo que mueve a este hombre que me resulta pr¨®ximo y lejano, que me fascina por eso".
Aunque admite que ¨¦l hubiese desarrollado algunas partes de otra manera: "En algunos aspectos hubiese introducido en el personaje mucho m¨¢s sentido de culpa. Esa cosa tan cat¨®lica, por cierto".
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