e-Pr¨¦stamos
Dejando de lado la crisis de liquidez y de confianza que azota al sector financiero, nuevos retos y amenazas siguen surgiendo. Esta vez en forma de innovaci¨®n en Internet. Desde hace unos meses asistimos al nacimiento de plataformas online con el objetivo de poner en contacto oferentes y demandantes de fondos. Esta idea, que es relativamente nueva en Espa?a, se conoce en Estados Unidos por P2P lending, algo as¨ª como pr¨¦stamos directos de persona a persona. Si bien no existen datos agregados, las mayores plataformas en Estados Unidos presentan vol¨²menes en torno a 120 millones de d¨®lares con tasas de impagados de hasta el 8%.
M¨¢s all¨¢ de un puro servicio de enlace entre emprendedores e inversores, estas plataformas suponen un canal para concentrar ideas y proyectos que presentan una dif¨ªcil ubicaci¨®n en las entidades tradicionales por el riesgo asociado, por el importe de la operaci¨®n o por la naturaleza del prestatario. Dentro de la plataforma se realiza el an¨¢lisis del riesgo, la rentabilidad y la viabilidad del proyecto empresarial y de la calidad del equipo gestor, al tiempo que se realiza su oferta y difusi¨®n. Bien podr¨ªamos asociar este modelo de negocio al concepto tradicional de pr¨¦stamo participativo, en el que el inversor corre con parte del riesgo de la empresa a cambio de mayores tasas de rentabilidad. Pero concebido como una modalidad de ayuda para reforzar la estructura financiera de la pyme espa?ola, no ha alcanzado nunca vol¨²menes de desarrollo similares a las modalidades crediticias habituales.
Los 'cr¨¦ditos participativos' por Internet no gozan de los mecanismos de protecci¨®n correspondientes para el inversor
Aunque en su filosof¨ªa se asemeja a una actividad de intermediaci¨®n financiera, al instrumentarse como una plataforma facilitadora, no se encuentra sujeta a la supervisi¨®n bancaria o de valores, algo que deber¨ªa tener presente el inversor. Este hecho supone que los inversores no gozan de los mecanismos de protecci¨®n correspondientes, ni del aval que supone una autorizaci¨®n administrativa sobre la experiencia, conocimientos y habilidades de los gestores.
?lvaro Mart¨ªn y Esteban S¨¢nchez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (AFI).
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