Declaraci¨®n de dependencia
Sea como sea, en Europa ha nacido un nuevo Estado dependiente. No es para felicitarnos
Algunos pa¨ªses necesitan, para caminar hacia su independencia, de muletas que les proporcionan sus protectores, como ha ocurrido, por ejemplo, con Timor Leste, y a¨²n as¨ª, renquean. Es el caso de Kosovo. M¨¢s que de una declaraci¨®n de independencia, hay que partir en Kosovo de una constataci¨®n de dependencia. ?ste no parece un pa¨ªs preparado ni viable. Pese a la independencia declarada de forma unilateral, necesitar¨¢ de ayuda internacional en todos los sentidos -econ¨®mico, militar, policial y administrativo- para subsistir y transformarse en Estado digno de esta definici¨®n.
Pristina no ha elegido la fecha m¨¢s constructiva, cuando tomaba posesi¨®n el nuevo presidente, se supone que moderado y europe¨ªsta, de Serbia, Boris Tadic. Pero ya es tarde para lamentarse. De hecho, Kosovo era ya pr¨¢cticamente independiente de Serbia desde la guerra de 1999. Y desde ayer la independencia de Kosovo, aunque sea "supervisada internacionalmente", seg¨²n el Plan Ahtisaari, que sobre el papel resulta aceptable, pero sobre el terreno probablemente inaplicable, ha dado un paso definitivo. Esta independencia es un fracaso europeo; el pen¨²ltimo, pues a¨²n quedan algunas cuestiones sin resolver en esta larga y cruenta desmembraci¨®n de Yugoslavia, cuyos trozos, parad¨®jicamente, quieren, en un futuro de interdependencia, rejuntarse en una Uni¨®n Europea que se va llenando de Estados peque?os ¨¦tnicamente homog¨¦neos.
Militarmente, los 16.000 soldados de la OTAN (iban para un a?o; se han quedado ocho), incluidos los espa?oles, no est¨¢n nada deseosos de verse implicados en labores de gendarmer¨ªa. La UE va a mandar una Misi¨®n de Seguridad y Defensa, formada por polic¨ªas, pero tambi¨¦n jueces, abogados y otros funcionarios para poner en pie un Estado. Hay que sumar los fondos que llegar¨¢n del exterior para impulsar la econom¨ªa, un sost¨¦n que se puede alargar mucho en el tiempo si Serbia decide interrumpir sus suministros de electricidad y alimentos -aunque el Gobierno serbio ha afirmado que no lo har¨¢-, o cortar la navegaci¨®n por el Danubio o por carretera. Serbia, sin embargo, no tiene la capacidad para instaurar un bloqueo. Pero est¨¢ por ver si los albanokosovares pueden luchar para preservar la unidad de Kosovo si los 120.000 serbiokosovares en Mitrovica y al norte deciden separarse y seguir unidos a Serbia. Sin duda, la OTAN no querr¨¢ meterse en otro l¨ªo.
La base legal de este despliegue militar de la OTAN seguir¨¢ siendo la resoluci¨®n 1.244 del Consejo de Seguridad de la ONU. No es probable que pueda lograrse una nueva, dada la oposici¨®n de Rusia. El reconocimiento de Kosovo por otros Estados ser¨¢ paulatino y dividir¨¢ a la UE, aunque no cabe esperar que Espa?a se alinee con los m¨¢s opuestos a esta independencia, como Chipre, Grecia o Rumania. Pero tampoco seguir¨¢ a Washington, Londres, Berl¨ªn o Par¨ªs en su prisa controlada por reconocer a Kosovo (la Administraci¨®n de Bush quer¨ªa despejar esta cuesti¨®n antes de su ¨²ltima cumbre de la OTAN en abril). Espa?a intentar¨¢ capear el temporal y es previsible que sus soldados permanezcan en Kosovo un tiempo, pero que se vayan retirando, aunque no con la precipitaci¨®n con la que lo hicieron de Irak.
Es una independencia por etapas. El Plan Ahtisaari contempla no s¨®lo que se elabore una constituci¨®n, sino que Kosovo pueda ingresar en las organizaciones internacionales. No lo tendr¨¢ nada f¨¢cil. Rusia, con su derecho de veto, tiene la llave para el ingreso de Kosovo en la ONU. Y tampoco es f¨¢cil que entre r¨¢pidamente en el Consejo de Europa o en la OSCE. Previsiblemente, durante tiempo va a mantener un dudoso status internacional.
Sin duda, Kosovo plantea un precedente. Para empezar, esta independencia sin acuerdo de las partes (cosa que ha ocurrido en otros casos en Yugoslavia) va en contra del esp¨ªritu y la letra del Acta de Helsinki que considera "inviolables" (pero no inmutables) las fronteras existentes. Tampoco cabe excluir que Kosovo acabe uni¨¦ndose con la vecina Albania, y de ah¨ª salga un Estado m¨¢s viable. Pero no cabe ignorar que Kosovo, donde imperan las mafias, puede degenerar en un agujero negro en el coraz¨®n de Europa, con el ingrediente a?adido de movimientos islamistas radicales.
En cuanto a precedentes, lo m¨¢s peligroso es que los serbios de la Republika Sprska rompan Bosnia-Herzegovina, otro Estado independiente que en realidad es otro protectorado internacional, que subsiste en equilibrio inestable. Y luego est¨¢n los fundados temores rusos o georgianos, ante Chechenia, Abjazia, Osetia del Sur u otros territorios, aunque no est¨¦ claro a qu¨¦ se refer¨ªa el viceprimer ministro ruso, Sergu¨¦i Ivanov, cuando habl¨® en la Conferencia de M¨²nich de un "efecto domin¨®".
Sea como sea, en Europa ha nacido un nuevo Estado dependiente. No es para felicitarnos. www.elboomeran.com
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