La OTAN ser¨¢ firme contra la violencia

La UE y la OTAN, tensas ante la incertidumbre que abre la forzada creaci¨®n de un nuevo Estado en el coraz¨®n de los Balcanes, hicieron ayer un apresurado llamamiento a la calma mientras dejaban para hoy las manifestaciones de calado pol¨ªtico. En ellas saldr¨¢n a la luz las divisiones en el seno de una Uni¨®n donde partidarios de reconocer la independencia de inmediato y negacionistas s¨®lo est¨¢n de acuerdo en que cada uno haga lo que considere oportuno. Lo escueto y reservado de los comunicados oficiales de ayer contrast¨® con la euforia de los cientos de kosovares que recorrieron las calles del centro de Bruselas.

Javier Solana habl¨® por tel¨¦fono con Hashim Tha?i, primer ministro kosovar, y otros dirigentes de la regi¨®n para instarles a actuar "de un modo tranquilo y responsable" en este "momento crucial", seg¨²n indic¨® en un sobrio comunicado.

"Quiero subrayar que la estabilidad de Kosovo y de todo los Balcanes es esencial". De ello se encarga en primera instancia la Kfor, la fuerza militar comisionada por la ONU y comandada por la OTAN, que "continuar¨¢ cumpliendo con su obligaci¨®n de mantener la seguridad en todo el territorio de Kosovo", en palabras del secretario general aliado, Jaap de Hoop Scheffer, quien en otra declaraci¨®n escrita aludi¨® a que la Kfor busca la seguridad "para todos los ciudadanos, mayor¨ªa y minor¨ªa, de modo imparcial". La Kfor tiene unos 17.000 soldados en Kosovo (incluido 640 espa?oles) en estado de m¨¢xima alerta y con ¨®rdenes de "responder r¨¢pida y firmemente contra cualquiera que recurra a la violencia".

Mientras se conf¨ªa en que nada as¨ª vuelva a repetirse, los distintos gobiernos de la Uni¨®n reiteraron los llamamientos a la calma. Algunos fueron m¨¢s expl¨ªcitos que otros. Bernard Kouchner, jefe de la diplomacia francesa, dese¨® "buena suerte a Kosovo" y habl¨® de c¨®mo lo ocurrido ayer en Pristina "es un ¨¦xito de la comunidad internacional y de Europa".

Es una opini¨®n cuestionada por algunos diplom¨¢ticos por m¨¢s que en el seno de las instituciones comunitarias se haga una distinci¨®n entre lo que ha hecho la UE y lo que vayan a hacer cada uno de sus 27 socios. El vaso medio lleno es que la Uni¨®n haya acordado, con s¨®lo la abstenci¨®n de Chipre, el env¨ªo de una misi¨®n de unos 2.000 efectivos para intentar convertir a Kosovo en un Estado de derecho, democr¨¢tico, respetuoso con las minor¨ªas y viable. Lo ven medio vac¨ªo quienes lamentan que no haya sido posible evitar la escisi¨®n de la provincia, que no se haya alcanzado un acuerdo entre los Veintisiete y que tampoco lo vaya a haber sobre qu¨¦ hacer ahora.

Los seis pa¨ªses que han dicho que no reconocer¨¢n la independencia (Espa?a, Grecia, Eslovaquia, Chipre, Rumania y Bulgaria) se manten¨ªan ayer firmes frente al bloque encabezado por los cuatro principales socios de la UE, que hoy se espera den el s¨ª al Kosovo independiente.

El caso de Kosovo ha dejado en evidencia la debilidad de la presidencia eslovena de la UE, que el mes pasado se vio sacudida por una crisis al trascender conversaciones confidenciales con EE UU sobre la estrategia a seguir para facilitar el reconocimiento comunitario de una independencia activamente instigada desde Washington.

En una reuni¨®n celebrada en diciembre en Washington, el secretario de Estado adjunto para Asuntos Europeos, Daniel Fried, daba instrucciones a un emisario esloveno en v¨ªsperas de asumir la presidencia de la Uni¨®n y le dec¨ªa que no se preocupara si no todos los europeos reconoc¨ªan a Kosovo; lo m¨¢s importante era que la UE enviara una misi¨®n pese a la oposici¨®n de Rusia y Serbia. "EE UU ha llevado de la oreja a Eslovenia durante todo este proceso", dice una fuente diplom¨¢tica europea.