Un dedo gigante para coronar el circuito de F-1

Hace un par de semanas, el veterano escultor Antonio Sacramento, de 93 a?os, sali¨® de su estudio para visitar una de sus obras, la que dedic¨® al rey Jaume I y que se exhibe en la Plaza de Zaragoza de Valencia. En los 17 a?os que la obra lleva instalada en su actual ubicaci¨®n, Sacramento no hab¨ªa podido ir a verla por motivos de salud.

Aquella salida le dio ¨¢nimos a Antonio Sacramento, que ayer volvi¨® a dar un golpe de efecto al presentar su propuesta para adornar el nuevo circuito urbano de Valencia, el que acoger¨¢ las pruebas del Mundial de F¨®rmula 1 el pr¨®ximo mes de agosto. Se trata de una escultura de 21 metros de alto que representa una mano, con el dedo ¨ªndice se?alando hacia el cielo, y cuya escasa abstracci¨®n pretende evocar las curvas del nuevo trazado automovil¨ªstico. Sin embargo, la iniciativa de Sacramento no responde a ning¨²n encargo institucional, sino que es una propuesta del propio escultor, que ha pensado incluso en el lugar en el que debe estar situada: "Todav¨ªa no hay nada concretado con las autoridades", explic¨® ayer en la presentaci¨®n de la maqueta de su obra, para a?adir que piensa que el emplazamiento ideal deber¨ªa ser "la nueva zona litoral, ajardinada y rodeada de edificios emblem¨¢ticos".

Al no ser una escultura prevista dentro de los planes de construcci¨®n del circuito, es dif¨ªcil valorar el coste final de la obra. Pero Sacramento apunta a que "ser¨ªa alto", tanto por las dimensiones de la obra, "que, si fuera m¨¢s peque?a se perder¨ªa en el entorno", como por su materia prima, el trencad¨ªs, "que no precisa mantenimiento alguno".