El mayor reto desde el Camp Nou

Un buen equipo, el Roma, mide hoy (20.45, Antena 3) al Real Madrid, que ha patinado en sus dos ¨²ltimas salidas; a un t¨¦cnico que multiplica su ansiedad en la Liga de Campeones, Bernd Schuster, y a un club que ha descarrilado en las tres ¨²ltimas temporadas en los octavos de final de este torneo ante Juventus, Arsenal y Bayern consecutivamente. No obstante, del Madrid cabe esperar su versi¨®n s¨®lida, la que le ha distinguido todo el curso por su enorme eficacia, por su capacidad para despachar rivales. Una contundencia a la que el equipo de Schuster debe aferrarse ahora m¨¢s que nunca, sobre todo por sus grietas defensivas, con Pepe, Metzelder y Marcelo lesionados, Heinze sin plenitud, Salgado a la baja y Torres fuera de plano. Enfrente tendr¨¢ a un grupo al que tambi¨¦n le asaltan las dudas.

A 11 puntos del Inter, el l¨ªder de su Liga, pese a haber perdido s¨®lo tres partidos, uno menos que el Madrid en la suya, el Roma actual no es el del principio de la campa?a. Su dependencia de Totti se ha hecho m¨¢s evidente y el fabuloso capit¨¢n romano ha visitado con frecuencia la enfermer¨ªa. Alrededor de su mes¨ªas, Luciano Spalletti, el t¨¦cnico, ha enhebrado un equipo ofensivo, muy veloz, con buen manejo de la pelota y sorprendente cuando asalta el ¨¢rea de su adversario. De Rossi y el chileno Pizarro se encargan de tejer el f¨²tbol. Tienen criterio y manejan muy bien las jugadas a bal¨®n parado. Casi siempre hacen circular la pelota por los costados, por donde ponen el turbo los brasile?os Mancini y Taddei y el ex barcelonista Giuly. El gol es asunto de Totti, un ariete postizo con capacidad para el remate, el pase y el desborde. Desde Roberto Baggio, es el mejor futbolista que ha acunado Italia. A espaldas de la figura del Roma se mueve Perrotta, un infiltrado tan da?ino como preciso ante la meta contraria. Tres jugadores tan curtidos como el franc¨¦s Mexes, el brasile?o Juan y el eterno Panucci sostienen la defensa, que no recibe un gol en el estadio Ol¨ªmpico desde el 1 de diciembre.

En contra del Roma no s¨®lo juega su traspi¨¦ de la ¨²ltima jornada ante el Juventus en Tur¨ªn (1-0), lo que ha disparado la tensi¨®n en el vestuario de tal forma que Panucci y Aquilani tuvieron una gresca en el entrenamiento del domingo. El Roma siempre ha estado en la sala de espera del ¨¦xito. Su escudo y su capitalidad pesan m¨¢s que su historial (tres Ligas -1942, 1983 y 2001-, ocho Copas y una de Ferias). Los equipos del norte, Juventus, Milan e Inter, le han mantenido como un telonero. Su relaci¨®n con la Copa de Europa ha sido tan frustrante como fugaz. Jug¨® la final de 1984, con jugadores del vuelo de Ancelotti, Conti y Falcao, y sucumbi¨®, en su estadio, ante el Liverpool en la primera edici¨®n del torneo resuelta a penaltis.

Un azote descomunal para una sociedad que tampoco tiene en su retina gratos recuerdos del Madrid, al que nunca ha derrotado en casa (1-2, 0-3 y 0-3). Dos de los tres encuentros se disputaron en condiciones nada convencionales. El primero, el 11 de septiembre de 2001, y el ¨²ltimo con el Ol¨ªmpico cerrado al p¨²blico por sanci¨®n. Hoy es otra historia. Para el Madrid, el mayor reto desde su viaje al Camp Nou. Entonces, por una vez, Schuster pudo alinear a su defensa ideal. En Roma no ser¨¢ el caso.