'Cheques regalo', necesidades sociales
Al inicio de la legislatura pasada, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero manifest¨® su voluntad de fortalecer las pol¨ªticas sociales en Espa?a. Desde ese mismo momento cont¨® para ello con el apoyo expreso de Izquierda Unida. Desgraciadamente, demasiado pronto qued¨® en evidencia que esa voluntad inicial se traduc¨ªa en f¨®rmulas de actuaci¨®n muy discutibles.
Por un lado, pese a que la mayor¨ªa de medidas legales respond¨ªan a aspiraciones fundamentales de la sociedad, y a cuya elaboraci¨®n contribuimos, resulta que se aplicaban con insuficiencia de recursos. Esto hac¨ªa, y hace, que su impacto sea mucho menor que el esperado por todos los ciudadanos. As¨ª ocurri¨® con la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero, con la Ley de Educaci¨®n o con la Ley de Dependencia.
Rodr¨ªguez Zapatero se ha dejado llevar cada vez m¨¢s por las ideas liberales de su Oficina Econ¨®mica en el ¨¢mbito fiscal
Adem¨¢s, bien pronto se pudo comprobar que el PSOE se plegaba con una disciplina realmente fundamentalista a las exigencias de la estabilidad presupuestaria. Lo hac¨ªa incluso al contrario de lo practicado por gobiernos m¨¢s prudentes, que no dejaron de abordar necesidades de inversi¨®n p¨²blica m¨¢s perentorias, sobre todo, en el campo del desarrollo sostenible y la innovaci¨®n tecnol¨®gica, de los derechos sociales o de la educaci¨®n p¨²blica.
As¨ª, en estos cuatro a?os, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se ha dejado llevar cada vez m¨¢s por las ideas liberales que defiende su Oficina Econ¨®mica en el ¨¢mbito fiscal, muchas veces incluso en contra de las que defiende su propio vicepresidente, el ya de por s¨ª conservador Pedro Solbes.
La renuncia a incrementar, o solamente a mantener, la fiscalidad de las rentas m¨¢s altas, incluso con la pretensi¨®n ¨²nica de acercarnos a los par¨¢metros europeos, junto a la contenci¨®n del esfuerzo en gasto social -medido como porcentaje sobre el Producto Interior Bruto- no han hecho sino seguir la lamentable estela del Partido Popular, manteniendo la divergencia social. Mientras se ha convergido al 100 por 100 en el nivel de renta con la Uni¨®n Europea, en materia de gasto social apenas hemos llegado al 60 por 100 de la media de nuestros socios.
Los militantes y votantes socialistas, y todos los ciudadanos progresistas en general, han podido contemplar con frustraci¨®n c¨®mo se defend¨ªan ideas que est¨¢n radicalmente en contra incluso de las aspiraciones socialdem¨®cratas m¨¢s moderadas. A lo largo de toda la legislatura se ha difundido hasta la saciedad que es conveniente llevar a cabo rebajas impositivas -las que s¨®lo disfrutan los m¨¢s ricos, los mismos que no necesitan del gasto social y de la financiaci¨®n p¨²blica para disfrutar de los bienes y servicios-, que hay que avanzar hacia la privatizaci¨®n de las pensiones (como defiende David Taguas, el liberal radical que dirige la Oficina Econ¨®mica del Presidente del Gobierno), o que hemos de forzar super¨¢vits fiscales que implican renunciar, de hecho, al necesario gasto social.
S¨®lo la presi¨®n social de los sindicatos y la posici¨®n de Izquierda Unida-Iniciative per Catalunya-Verds (IU-ICV), la izquierda parlamentaria, han logrado contener hasta cierto punto estas agresiones neoliberales.
Para colmo, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha realizado dos propuestas en la precampa?a especialmente onerosas y carentes de equidad: el cheque-beb¨¦, destinado a promover in¨²tilmente la natalidad, y la reciente oferta de cheque-fiscal para devolver de forma indiscriminada 400 euros a los contribuyentes.
No hace falta extenderse sobre lo retr¨®grado e inoperante de esta ¨²ltima. Siendo injusta, porque nada lo es m¨¢s que tratar igual a los desiguales, ser¨¢ tambi¨¦n una medida inocua sobre la actividad y el crecimiento econ¨®mico, como lo ser¨ªa una m¨ªnima subida mensual de 30 o 40 euros en las n¨®minas de los contribuyentes. Pero, sobre todo, tiene un grand¨ªsimo y muy grave coste de oportunidad porque el troceo de 5.000 millones de euros en peque?¨ªsimas partes impide una rentabilizaci¨®n social de ese volumen tan enorme de dinero p¨²blico.
Para Izquierda Unida, todo ello demuestra que las pol¨ªticas sociales a¨²n anheladas por los ciudadanos est¨¢n en peligro si se siguen dejando a la improvisaci¨®n y de la mano exclusiva de las corrientes liberales del PSOE.
Existe una evidencia hist¨®rica de que la satisfacci¨®n plena de estas aspiraciones s¨®lo puede venir de gobiernos que miran sin complejos a la izquierda y no a la derecha liberal, como demostr¨® la evoluci¨®n del gasto social en los ochenta. Tambi¨¦n lo es que cualquier gobierno del Partido Popular o una negociaci¨®n con Converg¨¨ncia i Uni¨® desde la izquierda significar¨¢n, con los datos en la mano, un impresionante paso atr¨¢s.
Entendemos que es preciso invertir la tendencia a la disminuci¨®n de nuestro esfuerzo en gasto social. Es imprescindible un incremento del gasto p¨²blico en infraestructuras sociales, educativas, tecnol¨®gicas y de comunicaciones. Lo es tambi¨¦n darle la vuelta al discurso reaccionario de las rebajas fiscales que fabrican quienes se han convertido en portavoces de los m¨¢s ricos. Resulta fundamental ser realistas en la gesti¨®n de los d¨¦ficits y super¨¢vits p¨²blicos, manej¨¢ndolos con responsabilidad pero sin renunciar a la inversi¨®n que garantice un futuro de progreso en Espa?a.
Todo ello s¨®lo ser¨¢ posible si a la izquierda del PSOE hay la fuerza suficiente que evite que renuncien definitivamente a sus posiciones socialdem¨®cratas y progresistas para caer en manos de una derecha tecnocr¨¢tica y liberal que ya quisiera para s¨ª el Partido Popular y los ide¨®logos de la derecha nacionalista. Y esa fuerza es Izquierda Unida.
Gaspar Llamazares es coordinador general de Izquierda Unida y candidato de esta formaci¨®n a la Presidencia del Gobierno.
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