Lo fr¨ªo y lo siniestro

El fr¨ªo. Mi¨¦rcoles noche. Hay f¨²tbol en el mundo digital y eso significa que en el mundo anal¨®gico la patronal no est¨¢ dispuesta a gastarse un duro en el ocio de los empleados. Lo que la patronal quiere es que nos pasemos a la nueva era por nuestra cuenta y riesgo dici¨¦ndonos cosas como "mira el fr¨ªo que hace ah¨ª fuera". Eso era lo que pasaba el mi¨¦rcoles por la noche: en CSTV, cap¨ªtulo de Array¨¢n, cap¨ªtulo de Roc¨ªo casi madre y, para rematar la faena, en el horario en el que ten¨ªa que venir Mejor lo hablamos, echan nada menos que Dif¨ªcil de matar, un pel¨ªcul¨®n con Steven Seagal dentro. ?Tomamos la opci¨®n de Canal 2 Andaluc¨ªa? All¨ª nos espera Colga2 con Manu. El presentador sigue derrochando una energ¨ªa digna de mejor causa y es incapaz de dejar dos segundos seguidos en silencio; su gran habilidad es que en dos segundos mete dos chistes. Pone una pizarra en el plat¨® y empieza a dibujar el mapa de Europa. Al tiempo que traza el perfil de un pa¨ªs, en esos dos segundos, dice algo sobre el nombre del pa¨ªs o las costumbres de sus habitantes (por ejemplo, que en Suecia las playas son verticales). Cuando pinta la pen¨ªnsula Ib¨¦rica dice que all¨ª est¨¢ Espa?a, "eso que hay entre Andaluc¨ªa y el Pa¨ªs Vasco". Y sigue, infatigable, resistente como Seagal, eterno como Array¨¢n.

Lo siniestro. En el Centro Jos¨¦ Guerrero de Granada se pueden ver varias instalaciones de Antoni Muntadas, reunidas bajo el t¨ªtulo de La construcci¨®n del miedo y la p¨¦rdida de lo p¨²blico. En el comunicado va la recomendaci¨®n ferviente de que acudan a compartir este ensayo de reflexi¨®n sobre la televisi¨®n entendida como "traducci¨®n". Les adelanto un peque?o detalle. En una de las instalaciones, Personal/Public, entro en una peque?a sala a oscuras en cuyo centro hay un sill¨®n iluminado cenitalmente, posado sobre el c¨ªrculo de luz que viene de arriba: parece un trono, un lugar privilegiado a ocupar por un ser igualmente privilegiado. Me siento. Estoy frente a una pared en la que hay dos monitores de televisi¨®n: en el de la derecha veo im¨¢genes de Menuda noche (s¨ª, el programa de Juan y Medio en La Nuestra), y en el de la izquierda me veo a m¨ª mismo sentado en ese sill¨®n privilegiado mir¨¢ndome a m¨ª mismo viendo el programa de Juan y Medio, captado por una c¨¢mara que antes no hab¨ªa visto y que ahora me "traduce" todo lo que est¨¢ pasando. Entre los dos monitores hay un reloj en marcha y un almanaque al que el tiempo cada d¨ªa le arranca una hoja. Y hay m¨¢s: no se lo pierdan.