"He querido borrar las fronteras entre lo milagroso y lo f¨ªsico"
Ganadora del Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes, Luz silenciosa, tercera pel¨ªcula del mexicano Carlos Reygadas, llega este viernes a las pantallas espa?olas cargando con la merecida fama de ser una de las propuestas m¨¢s extremas del cine de autor de la temporada. Tambi¨¦n es una de las m¨¢s pol¨¦micas: la sombra de Dreyer planea sobre esta historia de adulterios y culpas rematada en milagro y no se han hecho esperar las voces cr¨ªticas que reprochan a Reygadas haber recurrido a un referente intocable. "Creo que mi pel¨ªcula se parece tanto a La bella durmiente como a Ordet de Dreyer", declaraba el cineasta a este diario en el marco del festival de Gij¨®n, "Dreyer hizo una pel¨ªcula sobre la fe cartesiana, donde los hombres est¨¢n en una parte, Dios en otra y la fe es el elemento que los relaciona. En Luz silenciosa he tratado de borrar la frontera entre lo milagroso y lo f¨ªsico. No justifico el milagro: simplemente ocurre, como el amanecer. Aunque el amanecer ocurre todos los d¨ªas y la resurrecci¨®n, nunca".
La acci¨®n se sit¨²a en una comunidad menonita del norte de M¨¦xico
Reygadas parece haber llegado a la m¨¢xima depuraci¨®n de su lenguaje
"Fue muy dif¨ªcil convencerles de que participaran en la pel¨ªcula"
Es precisamente un amanecer lo que abre Luz silenciosa: un virtuoso empleo de trucos ¨®pticos crea una ilusi¨®n de tiempo real que marca la respiraci¨®n de una narrativa de ritualizada cadencia. Reygadas ambienta su pel¨ªcula en una comunidad menonita del norte de M¨¦xico y su reparto est¨¢ integrado por actores no profesionales pertenecientes a ese culto, descendiente del movimiento anabaptista del siglo XVI. Los menonitas -que hablan en un dialecto frisio que recibe el nombre de plautdietsch y comparten con los amish su rechazo a la tecnolog¨ªa moderna- llegaron a M¨¦xico en 1921: en la actualidad, M¨¦xico cuenta con la comunidad menonita m¨¢s importante despu¨¦s de Canad¨¢. "La reproducci¨®n gr¨¢fica del ser humano est¨¢ prohibida en su religi¨®n", se?ala Reygadas. "Fue muy dif¨ªcil convencerles de que participaran en la pel¨ªcula. Con todo, los protestantes se constituyen en subiglesias y cada campo tiene su propio pastor: algunos son m¨¢s dogm¨¢ticos que otros. Ocho de cada 10 rechazaron la idea de la pel¨ªcula, pero hay algo muy hermoso de los protestantes: se respeta la libertad individual y las decisiones siempre se toman a nivel familiar o personal, nunca comunitario".
Cornelio Wall, el actor (natural) que da vida al protagonista de la historia -y cuya infidelidad desencadena la tragedia-, ha recibido acusaciones de ser un mal menonita por parte de los sectores m¨¢s ortodoxos de su Iglesia: para ellos, el adulterio es una realidad inconcebible en su microcosmos. Reygadas reconoce que Wall se sinti¨® "seducido de manera muy humana por la perspectiva de verse en una gran pantalla", aunque considera que Luz silenciosa puede proporcionar otros servicios a la cerrada comunidad menonita: "Les interes¨® que la pel¨ªcula estuviese hablada en su lengua verdadera, que se vieran sus vestidos, sus campos, su arquitectura. No tienen una literatura propia, ni pintura. Simplemente estudian la Biblia y cantan. Lo que Luz silenciosa puede tener de documental de su forma de vida les pareci¨® importante. Para m¨ª, su comunidad era el contexto perfecto para contar lo que quer¨ªa: es una sociedad uniforme, sin clases, sin prejuicios sobre la belleza f¨ªsica".
Tras Jap¨®n (2002) -una pel¨ªcula bajo el influjo de Andrei Tarkovski, que conten¨ªa una escena er¨®tica con una actriz septuagenaria- y la controvertida Batalla en el cielo (2005) -que se abr¨ªa con un muy comentado plano secuencia con felaci¨®n, Reygadas parece haber llegado en este tercer trabajo a la m¨¢xima depuraci¨®n de su lenguaje, sin necesidad de recurrir a la transgresi¨®n de tab¨²es de la representaci¨®n: "No quise ser m¨¢s p¨²dico esta vez. Simplemente, pens¨¦ que no era necesario. Aqu¨ª las relaciones sexuales s¨®lo son importantes narrativamente: no es preciso verlas, salvo por la cara de la amante, porque en ese rostro sucede algo m¨¢s all¨¢ de lo narrativo. El sudor de ¨¦l cae sobre el rostro de ella: quer¨ªa sentir esa parte f¨ªsica de transmisi¨®n de fluidos. Me interesaba hablar del conflicto amoroso, de la p¨¦rdida de la voluntad de amor. Quer¨ªa interrogarme sobre la legitimidad de dejar a alguien a quien has amado y que a¨²n te ama".
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