El caso del candidato desle¨ªdo

Cuando empez¨® el debate del martes en Antena 3, el candidato Pizarro le repiti¨® dos veces al candidato Solbes, que ahora es vicepresidente del Gobierno, que Espa?a va mal. "Espa?a va muy mal". Despu¨¦s, el candidato Pizarro, que por la ma?ana hab¨ªa conocido la pesada noticia de que era a¨²n m¨¢s multimillonario, se fue desliendo.

Mientras se desle¨ªa Manuel Pizarro, record¨¦ un cuento de Juan Mars¨¦, El caso del escritor desle¨ªdo, que public¨® este peri¨®dico hace una d¨¦cada. Llam¨¦ a Mars¨¦. Me resumi¨® la historia. Un escritor algo fatuo se hab¨ªa negado a asistir a un programa de televisi¨®n, pero al fin se presta porque se trata de un homenaje a Juan Carlos Onetti. Mientras est¨¢ en la tele nota algo raro en su cuerpo, como si se estuviera diluyendo; y ya en la casa, se lo confirman su mujer y su hija: "Se te notaba borroso, desenfocado". Va a los m¨¦dicos, se hace pruebas, incluso prueba su actividad sexual, por si ¨¦sta se ha hecho tambi¨¦n borrosa, y todo le sale mal. Es irreversible, se est¨¢ desliendo.

Pizarro se enfrent¨® a un drama similar al que ocurre en la ficci¨®n de Mars¨¦. El escritor me lo dec¨ªa, mientras yo mismo ve¨ªa ayer al ex presidente de Endesa en Cuatro, hablando con Concha Garc¨ªa Campoy. Dec¨ªa Mars¨¦: "Sucumbi¨® ante la prestancia de Solbes; ante ese rostro disminuido por la carencia de un ojo, la cara de Pizarro era m¨¢s bien una mascarilla que no tuviera vida". Se parec¨ªa al escritor desle¨ªdo. El candidato acudi¨® a la tele con la gallard¨ªa de los jaleos que le han llevado a la pol¨ªtica, y repiti¨® la lecci¨®n que le ense?aron como si el otro no existiera. Al final, se le fundi¨® la bombilla y ayer por la ma?ana, en la tele, cuando habl¨® del debate que le hab¨ªa enfrentado al tuerto de Econom¨ªa y Hacienda (El tuerto es el rey, este es un drama escrito por Carlos Fuentes) parec¨ªa tratar de convencer a sus contertulios de que ¨¦l hab¨ªa estado all¨ª, incluso dijo: "Le pregunt¨¦ por el ojo".

Pero, en el plat¨®, antes de desle¨ªrse del todo, se le fue poniendo cara de alumno que desea que acabe el examen. Hab¨ªa respondido por el m¨¦todo Ohlendorf ("?Es temprano? "Manzanas traigo") al maestro y termin¨® pidi¨¦ndole tregua, como si le pesara el jueves por la noche la indemnizaci¨®n a la que ¨¦l mismo se hab¨ªa condenado.