Solana pide calma a Serbia si quiere un acuerdo con la UE

La Uni¨®n Europea, dividida ante la proclamaci¨®n de independencia de Kosovo, reaccion¨® ayer al un¨ªsono para protestar por los asaltos a legaciones diplom¨¢ticas occidentales en Belgrado y exigir a las autoridades la restauraci¨®n del orden al tiempo que llamaban a la calma de la calle.

Las algaradas despertaron a Bruselas de su anterior complacencia ante el aval al secesionismo. Pero la inercia tambi¨¦n se impuso. Javier Solana habl¨® de la necesidad de que haya una atm¨®sfera de calma para lograr un acuerdo entre la UE y Serbia. "Estos actos no llevan a ninguna parte", manifest¨® el alto representante de la UE en Brdo (Eslovenia), adonde hab¨ªa acudido a una reuni¨®n informal de ministros de Defensa europeos. "Hay que volver a la calma y recuperar el clima propicio a los contactos que permitan avanzar hacia un acuerdo de asociaci¨®n y estabilidad" entre Belgrado y la UE, insisti¨® el coordinador de la diplomacia europea.

Ese acuerdo es un paso previo a la hipot¨¦tica integraci¨®n de Serbia en la UE y fue interpretado en su d¨ªa como un gesto amable hacia Belgrado al tiempo que se ultimaba el golpe sobre Kosovo. Holanda lo vet¨® y como alternativa se ofreci¨® un preacuerdo, repudiado por los serbios ante lo que consideran un acto hostil comunitario en Kosovo. Volver a esgrimir ayer el acuerdo fue una muestra de irrealismo pol¨ªtico de los responsables comunitarios, sorprendidos por las algaradas de Belgrado. Los serbios reclamaban ayer Kosovo, no acuerdos con la UE.

Alemania, Francia y la presidencia eslovena de la Uni¨®n, entre otros, expresaron su rechazo a lo ocurrido en Belgrado, calificado como inaceptable, mientras la atm¨®sfera se cargaba con las reclamaciones de independencia de los serbios de Bosnia y las confusas manifestaciones del embajador ruso ante la OTAN, el nacionalista Dmitri Rogozin.

El embajador de Vlad¨ªmir Putin pareci¨® insinuar una hipot¨¦tica reacci¨®n armada de Rusia en caso de que las cosas se desbordaran en Kosovo. Ante responsables aliados, Rogozin atribuy¨® la alarma causada a un error de interpretaci¨®n de sus palabras. Seg¨²n ¨¦l, su alusi¨®n al empleo de "una fuerza brutal" no debe interpretarse como fuerza militar, sino diplom¨¢tica.