Los problemas
Es curioso comprobar c¨®mo te vuelves m¨¢s consciente de las cosas en cuanto te tocan. Esa es la varita m¨¢gica de la sensibilidad.
Uno est¨¢ enfermo o tiene a alg¨²n familiar ingresado y la sanidad se vuelve prioritaria. Conoces a alguien que ha sufrido maltratos y empiezas a abanderar esa lucha (aunque sea por los comentarios que haces cuando te re¨²nes con los amigos).
El medio ambiente se vuelve importante cuando te van a colocar una incineradora al lado de casa.
La droga es un problema cuando te entra en casa. Hasta que te roban no te preocupas de la seguridad ciudadana...
O las v¨ªctimas no existen hasta que conoces la realidad de una de ellas.
?Qui¨¦n se acuerda de la falta de agua, si no le han cortado el grifo?
Y te enteras del drama de los que han sufrido un accidente de tr¨¢fico cuando alguien muy cercano lo vive.
La educaci¨®n nos preocupa al ver que tus hijos no van bien. O la tortura cuando alguien al que conoces te lo cuenta.
El Alzheimer es un problem¨®n si tus padres lo sufren. O la dislexia. O de la falta de vivienda te acuerdas cuando no te llega para la hipoteca.
?A qui¨¦n le importa si se recogen las cagadas de perros, si no has pisado un mocordo? Incluso nos damos cuenta lo secos que somos cuando alguien nos trata duramente.
Y si nos paramos a pensar, sucede lo mismo con todos los temas que nos rodean. Por eso es admirable esa gente que sin tener ning¨²n hijo adoptado se preocupa de la adopci¨®n, o que meten el problema del S¨¢hara en su propia casa, o los que colaboran desinteresadamente con los emigrantes, o los que montan una asociaci¨®n para intentar ayudar y dar compa?¨ªa a los de la tercera edad que se encuentran solos, o tanta y tanta gente que cree en los terr¨ªcolas, apuesta por una sociedad m¨¢s generosa y por vivir mejor. A esa gente la admiro, respeto y agradezco desde lo m¨¢s profundo de mi coraz¨®n ?Qu¨¦ suerte que existan esas personas! Pero cuando piensas en ellos, curiosamente me sucede un fen¨®meno paranormal, y es que por una asociaci¨®n irracional, me asaltan las im¨¢genes de todos esos otros personajes an¨®nimos (o no tan an¨®nimos) que cobran indemnizaciones millonarias por dejar sus trabajos, ya de por s¨ª generosamente remunerados. Claro, yo ya entiendo ?Qui¨¦n es el guapo que dice "a m¨ª no me pagu¨¦is tanto"? Pero ?qui¨¦n es el guapo que le paga tanto? ?Uno mismo? ?Su primo?
?Nadie tiene cerca a alguien que gane una cantidad asquerosa e injustificable? Seguro que s¨ª. ?Y nadie se siente "tocado" por ello? ?Mecachis, Robin Hood! ?Qu¨¦ est¨¢s, de siesta?
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