A la caza del indeciso
Los indecisos constituyen un variopinto gremio interclasista en el que hay gente para todos los gustos. A pesar de sus devaneos, ellos deciden en las urnas. Son objetivo principal de los pol¨ªticos durante estas dos intensas semanas. Los oradores afilan sus colmillos, sus gestos, sus estrategias y su capacidad de persuasi¨®n. No tratan de convencer a los suyos, que ya lo tienen claro, sino a los paganos, como los misioneros. Los paganos, a sabiendas de su poder¨ªo, son duros de pelar; no se deciden hasta el ¨²ltimo momento, si es que se deciden. Es un juego bastante divertido detectar indecisos a la hora del aperitivo en cualquier taberna de Madrid.
Ayer, en tan s¨®lo hora y media, se pudieron constatar en una cervecer¨ªa de Alonso Mart¨ªnez numerosos individuos de ese talante. Primero est¨¢n los necios, cuyo n¨²mero es infinito, seg¨²n la Biblia. Destacan tambi¨¦n los pasotas peripat¨¦ticos a quienes da lo mismo ocho que ochenta. A continuaci¨®n se colocan los listillos, que no se f¨ªan de nadie porque ellos lo saben todo. Luego llegan los perplejos y desorientados, que no saben por d¨®nde tirar porque viven en otro mundo. Tambi¨¦n abundan los cabreados con su partido, muchos de los cuales amenazan con vengarse votando a Baco o alguien por el estilo. Una se?ora insinu¨® que quiz¨¢ votar¨ªa al PP porque hab¨ªa saludado a Esperanza Aguirre en un mercado.
Muchos detestan la calidad de la oratoria pol¨ªtica actual. Castelar ha sido sustituido por asesores de imagen, expertos en marketing y organizadores de espect¨¢culos. Otros, al no convencerles ni ¨¦stos ni aqu¨¦llos, se inclinan por la novedad de alg¨²n partido minoritario. Un viejo increpa a los idealistas citando a Quevedo: "El que quiere en esta vida todo a su gusto, tendr¨¢ muchos disgustos en la vida". Los indecisos tienen la culpa de casi todos los m¨ªtines.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.