Otro homenaje sin conseguir la paz
La viuda de Enrique Casas, asesinado por ETA hace 24 a?os, califica de "indecente" la falta de apoyo de la oposici¨®n a Zapatero durante la negociaci¨®n
La eurodiputada socialista Barbara D¨¹hrkop volvi¨® a expresar un a?o m¨¢s en el cementerio donostiarra de Polloe, ante la tumba de su marido el dirigente socialista Enrique Casas, su lamento por no poder ofrecerle el "homanaje absoluto" que representar¨ªa haber conseguido la paz. Era ayer el 24 aniversario de su asesinato y B¨¢rbara, a quien como siempre acompa?aban sus hijos en este acto cargado de emoci¨®n, inici¨® sus palabras afirmando que "a la ausencia no se acostumbra uno nunca, pero se aprende a vivir con ella. De otro modo, ser¨ªa insoportable afrontar el d¨ªa tras d¨ªa sin mi compa?ero".
"No hay que perder el ¨¢nimo y ser perseverantes en la b¨²squeda de la paz"
"Con la violencia ETA no ha logrado un m¨ªnimo avance en sus objetivos"
Rodeada por sus colegas socialistas y los familiares de otras muchas v¨ªctimas de ETA, la viuda de Enrique Casas, se lament¨® de que no se hubieran cumplido las "expectativas ilusionantes" de conseguir la paz que estaban vivas hace un a?o. Y se quej¨® de no haber podido ofrecer a su marido ese "homenaje absoluto que ser¨ªa poder decir: hoy lo hemos conseguido; hoy tu familia puede vivir en paz".
Con todo, la eurodiputada socialista alent¨® al medio centenar de asistentes que acudieron al cementerio a no perder la esperanza ni el ¨¢nimo. "Tenemos que ser perseverantes a la hora de buscar la paz", insisti¨®. "Esa paz que tenemos que trabajar para entregar a tantos asesinados en estos meses de febrero y marzo que tanto me gustar¨ªa borrar del calendario", dijo.
Seg¨²n D¨¹hrkop, todos los gobiernos de Espa?a han intentado lograr esa paz, pero s¨®lo uno, precisamente el gobierno socialista que preside Rodr¨ªguez Zapatero, ha encontrado oposici¨®n a este intento. "Es indecente", dijo, que el actual Ejecutivo no haya disfrutado de la "unidad que deb¨ªamos haber tenido todos los dem¨®cratas".
La eurodiputada socialista glos¨® la figura de su marido como emigrante en Alemania en los a?os sesenta en contraste con la actual pol¨ªtica sobre emigraci¨®n que plantea el Partido Popular. Record¨® que Enrique Casas era el tercer hijo de diez hermanos y tuvo que emigrar a ese pa¨ªs europeo con 17 a?os para encontrar trabajo. Y se pregunt¨® si aquel emigrante andaluz que era Enrique Casas, procedente de una familia que carec¨ªa de formaci¨®n, hubiera logrado ser f¨ªsico nuclear en el caso de que entonces "le hubieran exigido un contrato por el que fuera alem¨¢n y demostrara su alemanidad".
Asimismo, record¨® que el dirigente asesinado era creyente y a ella, que no lo es, le ense?¨® que "la fe es una cuesti¨®n personal ante la que hay que ser tolerante". A?adi¨® que, precisamente por eso, estaba convencida de que a Casas no le hubiera gustado nada la ¨²ltima manifestaci¨®n celebrada en la Plaza de Col¨®n, que fue una muestra de intolerancia. "Me molesta mucho que me digan c¨®mo tiene que ser una familia, justo los que tienen prohibido formarla", dijo.
En el acto cargado de emotividad tambi¨¦n intervino el secretario general de los socialistas guipuzcoanos, Miguel Buen. Se refiri¨® a la sinraz¨®n y la inutilidad de la banda terrorista ETA que, ni siquiera con el paso de los a?os, ha querido darse cuenta de que "mediante la violencia no ha conseguido avanzar ni un mil¨ªmetro en lo que eran sus aspiraciones pol¨ªticas y sociales".
Buen record¨® que a Enrique Casas le mataron durante una campa?a electoral auton¨®mica. Por eso reproch¨® a "gentes que se dicen dem¨®cratas" el no haber acompa?ado al Gobierno leg¨ªtimo del Estado en su empe?o por lograr la paz. "Alguien, en alg¨²n momento, se lo demandar¨¢", a?adi¨® .
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