Farmac¨¦uticos: tenemos un problema
Miles de pacientes pasan a diario por las farmacias. Y, por desgracia, es raro el caso en el que no aparece con ellos un problema relacionado con el uso de su medicaci¨®n. Las causas son m¨²ltiples, y van desde algunas ineficiencias flagrantes del sistema, pasando por la dejadez del m¨¦dico, del farmac¨¦utico o del propio paciente, hasta la tremenda desinformaci¨®n que existe. Pongamos algunos ejemplos.
Susana tiene 40 a?os, es cliente de mi farmacia desde hace 10 y toma paroxetina para la depresi¨®n. Con frecuencia nos suplica que le adelantemos la medicaci¨®n porque se le ha terminado, aunque a¨²n no tiene la receta. Sabemos qui¨¦n es, cu¨¢l es su enfermedad y las consecuencias de no tomar la medicaci¨®n. Sin embargo, no podemos asumir la responsabilidad de adelantarle el producto, porque la ley lo proh¨ªbe. En muchos casos el problema se debe a una mala previsi¨®n por parte del paciente, pero tambi¨¦n ocurre con frecuencia que se prescriben tratamientos con una duraci¨®n que no cuadra con los tama?os de los envases, por lo que al final la receta se queda corta. Aunque a veces tambi¨¦n sobra medicaci¨®n y queda almacenada en botiquines caseros, a mano para cualquier aficionado a automedicarse, como ocurre con los antibi¨®ticos.
Juan, de 60 a?os, nos visita para recoger el sildenafilo prescrito para su disfunci¨®n er¨¦ctil. Los farmac¨¦uticos sabemos que es probable que le produzca como efecto adverso alg¨²n dolor de cabeza. Lo mismo ocurre con tantas mujeres que inician tratamientos con anticonceptivos. Pero tambi¨¦n sabemos que en la inmensa mayor¨ªa de los casos este efecto no ser¨¢ relevante y desaparecer¨¢ en poco tiempo. Y, sin embargo, infinidad de pacientes abandonan al primer s¨ªntoma desagradable porque nadie, ni su m¨¦dico ni su farmac¨¦utico, les ha explicado que es normal, que pasar¨¢ pronto, y que si no siguen la pauta correcta habr¨¢n perdido el tiempo y no habr¨¢n resuelto su problema. S¨®lo con que el m¨¦dico al prescribir y el farmac¨¦utico al dispensar se involucrasen m¨¢s en recalcar el mensaje ahorrar¨ªan muchos dolores de cabeza a multitud de pacientes.
Luego est¨¢ Josefina, que tiene casi 70 a?os. Va casi cada semana al centro de salud y con frecuencia sale preocupada, con una nueva prescripci¨®n y sin haber entendido bien c¨®mo debe tom¨¢rsela. Esta ¨²ltima pastilla tendr¨¢ que sumarla a las 12 que ya toma a diario. Vive sola y a veces tiene que echar mano de una vecina de su misma edad aficionada a comprar todo tipo de hierbas para infusi¨®n en el mercado y a la que le encanta revisarle las prescripciones porque, por supuesto, su experiencia vital cree que es mucho mayor que los conocimientos del m¨¦dico.
En las farmacias espa?olas, cada d¨ªa entran cientos de miles de Josefinas, a quienes el farmac¨¦utico tiene que dedicarles un tiempo (que muchas veces no tiene por las cada vez m¨¢s tareas burocr¨¢ticas) para repasar sus tratamientos y ayudarles a que los tomen de manera adecuada. Pero no es f¨¢cil, porque es raro el caso en que la Josefina de turno viene con la pauta apuntada en la receta, y porque no existen, salvo excepciones, v¨ªas de comunicaci¨®n fluidas entre la farmacia y los centros de salud. Se solucionar¨ªa si se permitiese el acceso del farmac¨¦utico, previa autorizaci¨®n del paciente, a su historial recogido en la tarjeta sanitaria.
Y no se puede dejar de denunciar, una vez m¨¢s, una situaci¨®n cr¨®nica en la que no percibimos avance: la alt¨ªsima frecuencia con la que siguen llegando pacientes a quienes un odont¨®logo, enfermera o m¨¦dico les ha prescrito algo por tel¨¦fono o de forma verbal. Bastante dif¨ªcil es romper mitos y lograr que los pacientes comprendan los riesgos de una automedicaci¨®n inadecuada como para tambi¨¦n educar en esto a los profesionales sanitarios.
No osar¨¦ proponer soluciones ajenas a lo que me compete, que es el papel del farmac¨¦utico. Pero s¨ª aconsejo a los pacientes, que son sabios, que traten de tener un farmac¨¦utico de cabecera y que sean muy exigentes al elegirlo, porque si conf¨ªan en un profesional realmente comprometido con el objetivo de ayudarles a que los medicamentos que toman ofrezcan los mejores resultados posibles para su salud notar¨¢n muy pronto la diferencia.
Jos¨¦ Ib¨¢?ez es presidente de la Sociedad Espa?ola de Farmacia Comunitaria (Sefac).
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