Nos medicamos m¨¢s, nos medicamos mal
Los psicof¨¢rmacos se han triplicado en una d¨¦cada - Un tercio de los ingresos en urgencias se debe al mal uso de un f¨¢rmaco
Estamos rodeados de medicamentos. La mitad de los botiquines de los hogares espa?oles contienen entre 10 y 20 f¨¢rmacos y el gasto farmac¨¦utico de este enero ha crecido un 6,19% respecto al de 2007, seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad y Consumo. El an¨¢lisis de los r¨ªos, donde va a parar el agua de los hogares, ofrece otra excelente radiograf¨ªa: en ella se encuentran elevadas concentraciones de residuos de antibi¨®ticos, antiinflamatorios, antidepresivos y otros psicof¨¢rmacos. El consumo de estos ¨²ltimos se ha triplicado en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n Sanidad.
Est¨¢ claro que el entorno se ha medicalizado. ?Se utilizan los medicamentos de forma racional y eficaz? Teniendo en cuenta que un 36% de los casos que se atienden en los servicios de urgencias de los hospitales espa?oles se deben a un mal uso de los medicamentos, la respuesta es que en muchas ocasiones no. Son los resultados preliminares de un ambicioso estudio en el que participan nueve hospitales de toda Espa?a (el Virgen de las Nieves de Granada, el Hospital Universitario Virgen del Roc¨ªo de Sevilla, el Reina Sof¨ªa de C¨®rdoba, el Carlos Haya de M¨¢laga, el hospital General de Asturias de Oviedo, el de Cruces de Bilbao, el Gregorio Mara?¨®n de Madrid, el hospital Cl¨ªnic y el de Sant Pau de Barcelona).
La mitad de los botiquines caseros tiene entre 10 y 20 f¨¢rmacos
Un 9% de los pacientes necesitar¨ªa medicaci¨®n pero no va al m¨¦dico
Las mujeres consumen el 75% de los somn¨ªferos y los tranquilizantes
"Un medicamento tiene que ser necesario, efectivo y seguro", afirma Isabel Baena, coordinadora del proyecto e investigadora del grupo de investigaci¨®n en atenci¨®n farmac¨¦utica de la Universidad de Granada. Muchos de los problemas relacionados con los medicamentos se deben tanto al exceso como a la falta de medicaci¨®n. "Hay muchos pacientes que necesitar¨ªan medicaci¨®n pero que no van al m¨¦dico, cerca de un 9%. Luego tenemos un 1% que toma un medicamento que sobra, a veces por automedicaci¨®n, otras por una mala prescripci¨®n m¨¦dica", explica Baena.
La ineficacia de los medicamentos est¨¢ detr¨¢s de las razones por las que algunos pacientes acuden a urgencias. "Es muy frecuente que el paciente no tome la pauta entera, y tambi¨¦n que no siga las dosis adecuadas, porque no hace caso al m¨¦dico o porque el mismo facultativo no ha prescrito la dosis adecuada", explica Baena. La inefectividad tambi¨¦n se puede deber a la interacci¨®n con otros medicamentos, que anulan el efecto deseado. De hecho, los pacientes m¨¢s afectados por esta situaci¨®n son los enfermos cr¨®nicos que toman m¨¢s de cinco medicamentos.
Tambi¨¦n existe una peque?a fracci¨®n de inefectividad que entra dentro de la normalidad, puntualiza Mar¨ªa Jos¨¦ Faus, directora del M¨¢ster en Atenci¨®n Farmac¨¦utica de la Universidad de Granada: "A algunas personas les ocurre que, por sus caracter¨ªsticas propias, el medicamento no les hace efecto. No hay ni un solo medicamento que funcione al cien por cien, la m¨¢xima efectividad se sit¨²a en el 85%, o sea que ese margen de inefectividad existe aunque el tratamiento se siga bien".
Los ancianos son quienes m¨¢s acuden a urgencias por tener problemas con los medicamentos. Toman muchos, un arsenal para algunos dif¨ªcil de gestionar. Adem¨¢s, los des¨®rdenes corporales que acompa?an a la vejez contribuyen a generar desajustes en las dosis. "Pueden tener alterada la funci¨®n renal o hep¨¢tica y no eliminan los medicamentos de la misma forma", explica Ester Dur¨¢n, farmac¨¦utica del Servicio de Farmacia del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid, que tambi¨¦n participa en el proyecto.
Seg¨²n el estudio, el 75% de estos malos usos que acaban con un viaje a urgencias se podr¨ªan evitar. ?Sobre qui¨¦n recaen las responsabilidades? "El paciente pasa por diferentes puntos del sistema sanitario que permitir¨ªan identificar estos problemas y desde los que se podr¨ªa actuar", afirma Baena. Las responsabilidades se reparten a partes iguales entre los tres eslabones de la cadena sanitaria: m¨¦dicos, farmac¨¦uticos y el propio paciente. "Un m¨¦dico te receta una cosa, y puede que otro te recete otra. Si no hay alguien que ordene esta medicaci¨®n, dif¨ªcilmente se puede resolver el problema", apunta Faus. "Para evitar estos problemas ser¨ªan necesarios profesionales dedicados a realizar un seguimiento farmacoterap¨¦utico de los pacientes, se trata de buscar complicidades y aliados".
Ordenar la medicaci¨®n de los pacientes enfermos puede contribuir a mejorar la situaci¨®n. Pero tambi¨¦n ser¨¢ necesario revisar los botiquines de los hogares espa?oles. Seg¨²n un estudio del grupo Urano, m¨¢s de la mitad de los botiquines espa?oles guardan m¨¢s de 10 medicamentos. "La composici¨®n del botiqu¨ªn suele reflejar, en cierto modo, la estructura del mercado farmac¨¦utico", explica Jos¨¦ Gonz¨¢lez, farmac¨¦utico y uno de los responsables del estudio. Los analg¨¦sicos y antipir¨¦ticos son el grupo terap¨¦utico m¨¢s frecuente, presentes en el 89% de los hogares, seguidos por los antiinflamatorios no esteroides, en el 53%, y los antibi¨®ticos, en el 46%. En el caso de estos ¨²ltimos, uno de cada tres se ha comprado sin receta. Seg¨²n la Red Espa?ola de Atenci¨®n Primaria (REAP), un 10,8% de los medicamentos que necesitan receta se acaba vendiendo sin ella. Tambi¨¦n muchos quedan aparcados en el botiqu¨ªn como resto de un tratamiento no finalizado, para acabar siendo utilizados por otros miembros de la familia sin acudir al m¨¦dico.
Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, secretario general del Ministerio de Sanidad y Consumo, reconoce que "estamos en una sociedad donde el medicamento tiene una valoraci¨®n social muy alta, como algo capaz de curarlo todo, de solucionar los problemas de salud, y a veces al m¨¦dico le cuesta explicar a la persona que su problema no se soluciona con f¨¢rmacos, sino con cambios en estilos de vida". Afirma que "los ¨²nicos medicamentos que no est¨¢n de m¨¢s en un botiqu¨ªn son los que se anuncian por televisi¨®n y que por tanto no requieren receta; el resto sobra".
Espa?a no desentona en el contexto internacional. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud, que considera una prioridad establecer pol¨ªticas para el uso racional de los medicamentos, estima que cerca de la mitad de las medicinas se recetan, se dispensan o se utilizan de una forma inadecuada. Los antibi¨®ticos, cuyos excesos generan resistencias y existe el peligro de que se vuelvan inefectivos, son el grupo de medicamentos que m¨¢s ha preocupado y el que m¨¢s campa?as ha originado, lo que ha permitido reducir su consumo en un 10% en el a?o 2007.
Sin embargo, habr¨¢ que dedicar esfuerzos a otras especialidades, como los antiinflamatorios o los antidepresivos. El consumo de psicof¨¢rmacos, es decir, antidepresivos, antipsic¨®ticos, antiepil¨¦pticos y ansiol¨ªticos e hipn¨®ticos, se ha triplicado en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada. Josep Basora, vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia (SEMFYC), explica que un 28% de los pacientes que se visitan en los centros de atenci¨®n primaria presentan signos y s¨ªntomas antidepresivos, aunque tan s¨®lo la mitad se diagnostica como depresi¨®n mayor. Para este especialista, el problema es que "se han medicalizado enfermedades que no eran m¨¢s que cosas de la vida cotidiana". Las mujeres son el 75% de los consumidores totales de somn¨ªferos o tranquilizantes, seg¨²n datos del segundo informe sobre salud y g¨¦nero. "Ante situaciones inespec¨ªficas expresadas por las mujeres, donde no existe una patolog¨ªa clara, m¨¦dicos y m¨¦dicas tienden a prescribir psicof¨¢rmacos", seg¨²n responsables del Ministerio de Sanidad y Consumo.
En el caso de los antiinflamatorios, el medicamento m¨¢s frecuente en los hogares espa?oles, no hacer un buen uso puede afectar a "las personas que sufren continuamente migra?as, y que al no tomar bien el medicamento pueden acabar sufriendo un efecto rebote", explica Basora. Para Javier Rivera, vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Reumatolog¨ªa, la mayor¨ªa de antiinflamatorios y analg¨¦sicos se aplican realmente cuando hay dolor. "S¨®lo hemos detectado algunos abusos con el Tramadol, un analg¨¦sico que creemos que se est¨¢ utilizando m¨¢s de lo necesario ante problemas peque?os, como dolores de cabeza, y que puede causar problemas digestivos, dolores de cabeza y un estado de aturdimiento".
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