El PSOE proclama a Zapatero ganador por su "solvencia" pero sin triunfalismo
Ser¨¢ muy dif¨ªcil "arrasar", que nadie espere una "victoria arrolladora". Se ganar¨¢, pero "a los puntos". Esta fue la advertencia que el PSOE difundi¨® el d¨ªa anterior al debate con el objetivo claro de rebajar las expectativas. Pero nada m¨¢s terminar el debate, la direcci¨®n del partido declar¨® rotundo ganador a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero frente a Mariano Rajoy. "Zapatero ha ganado el debate porque ha sido m¨¢s claro, m¨¢s contundente, m¨¢s solvente y con m¨¢s rigor". Esta fue la apreciaci¨®n de Jes¨²s Caldera, ministro de Trabajo y responsable del programa electoral del PSOE. En paralelo, y de forma oficiosa, se trasladaron una serie de argumentos para tratar de demostrar que el presidente del Gobierno hab¨ªa ganado al aspirante. "El que aspira a gobernar no ha presentado propuestas ni proyecto de gobierno; esto es lo que ha hecho que Rajoy pierda el debate". Esta fue la primera conclusi¨®n de Enrique Guerrero, director adjunto del Gabinete del presidente, uno de las personas que ha trabajado en la preparaci¨®n del debate, junto al director de ese gabinete, Jos¨¦ Enrique Serrano. Las previsiones de Zapatero y su equipo sobre los temas que escoger¨ªa Rajoy se cumplieron: modelo de Estado, inmigraci¨®n y terrorismo.
"Rajoy ha vuelto a utilizar el terrorismo como arma electora". Precisamente, en ese apartado es en el que m¨¢s seguro se muestra el entorno del presidente. "El error final de Rajoy ha sido acabar el debate como empez¨® la legislatura, acusando a Zapatero de traicionar a las v¨ªctimas", se?alan las mismas fuentes, convencidas de que la mayor¨ªa de los ciudadanos est¨¢n m¨¢s con el presidente que con Rajoy.
El tono de Zapatero de la primera parte, un tanto agresivo y siempre en tensi¨®n, frente a Rajoy, que se mostraba desenfadado y con apariencia de comodidad, no disgust¨® a su equipo. Por el contrario, consigui¨® su objetivo de llevar la iniciativa y huir de situaciones a la defensiva. Desde la perspectiva de los socialistas, Rajoy perdi¨® su aplomo durante el apartado territorial, cuando Zapatero le record¨® el conflicto en su partido por el Plan Hidrol¨®gico Nacional. Tambi¨¦n al recordarle la similitud del Estatuto de Catalu?a y el de Andaluc¨ªa. El primero recurrido por el PP ante el Tribunal Constitucional, y el segundo apoyado por ese mismo partido.
"Rajoy ha pasado de puntillas por la econom¨ªa, la educaci¨®n, la sanidad, la dependencia, las pensiones y, en conjunto, por la pol¨ªtica social", se jactan en el PSOE. Aunque Rajoy le critic¨® por hablar tanto de los Gobiernos de Aznar, en efecto, Zapatero lo hizo deliberadamente. En su estrategia estaba recordar a los ciudadanos que el candidato del PP a la presidencia del Gobierno ya gobern¨® y fue ministro de tres carteras diferentes.
Desde la sede federal del PSOE, siguieron el debate el ministro Caldera, Diego L¨®pez Garrido, portavoz parlamentario, y otros miembros de la ejecutiva federal, entre ellos Elena Valenciano, Carmen Hermos¨ªn y Oscar L¨®pez. Junto a Zapatero se trasladaron las seis personas que ¨¦l eligi¨®: Jos¨¦ Blanco, secretario de Organizaci¨®n; Jos¨¦ Enrique Serrano, con quien descendi¨® del coche; Fernando Moraleda, secretario de Estado de Comunicaci¨®n; Jos¨¦ Miguel Vidal, asesor del gabinete y primo de Zapatero; Carlos Hern¨¢ndez, director de Comunicaci¨®n del PSOE, y Ang¨¦lica Rubio, directora general. Ella fue quien despach¨® con el presidente en los cinco minutos de descanso.
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